El año pasado en México se robaron 136 mil 491 automotores, de acuerdo con los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica; es decir, cada día de 2023 “desaparecieron” 374 unidades entre automóviles, pick ups, tráileres, camiones de carga o motocicletas. Es relevante destacar que más de la mitad (55%) no tenían seguro contra robo, por lo que los propietarios cargaron con la pérdida de la unidad, afectando gravemente su patrimonio.
También es importante mencionar que hay estados más propensos al robo que otros. En general el Estado de México es con mucho donde más automotores se robaron, 32,709 en el año. Con menos denuncias, pero igual de preocupante están Jalisco con 11,634 robos, Puebla con 8,698, la Ciudad de México con 6,154, Michoacán con 5,721 y Guanajuato con 3,708, en el “top” de las entidades con mayor número de denuncias de robo de autos. Otro dato a considerar es que más de la mitad de los robos (57%) fueron con violencia.
Mientras que el gobierno celebra una disminución de 1.1% en los robos entre 2022 y 2023, la Asociación Nacional de Instituciones de Seguro (AMI) reporta un incremento de 2.3% en automotores asegurados. Es importante considerar que la cifra negra es mínima, ya que quienes son víctimas de robo o asalto suelen levantar una denuncia para evitar verse involucrados en algún ilícito.
Pero más allá de lo alarmante de las cifras de robo de autos en el país, la inseguridad y falta de acciones contundentes y efectivas de parte del gobierno federal y los gobiernos estatales, los ciudadanos estamos pagando un alto precio por la inseguridad. Ya sea pagando directa o indirectamente mediante el incremento en los precios de los productos, reflejo del costo de la unidad robada, de los gastos de inversión en medidas de seguridad como alarmas o custodios, y pagando pólizas contra robo más caras debido a la alta incidencia de ese delito en el país.
El sexenio está llegando a su fin, le quedan solo 30 semanas. Entre la fallida estrategia de “abrazos no balazos”, el debilitamiento del Estado de Derecho y la ineficacia de este gobierno, la seguridad sigue siendo un desastre para mala fortuna de los mexicanos.