En el ocaso del sexenio del presidente y nueve gobernadores, se imponen evaluaciones y nuevos diagnósticos para identificar los retos que los próximos gobernantes deberán atender. Pero hay un problema, hay pocos datos confiables y verificados para hacer los nuevos diagnósticos de país.
Más allá de las promesas de tener un sistema de salud como el de Dinamarca, hay que preguntarse ¿Hoy tenemos un mejor sistema de salud en el país? ¿Hay abasto suficiente de vacunas y medicinas?, ¿Se están otorgando con más oportunidad tratamientos y cirugías en el sistema de salud?
En seguridad, más allá de la promesa hecha en 2018 de pacificar el país en seis meses, hay que preguntarse ¿En seguridad vamos bien? ¿Vivimos más tranquilos? ¿El que la hace la paga? ¿Las víctimas son atendidas con eficiencia y empatía? ¿La estrategia de “abrazos no balazos” ha funcionado? Independiente de las respuestas que tú tengas, los datos oficiales nos dicen que este será el sexenio con más de 180 mil homicidios y más de 40 mil desparecidos. Las autoridades destacan reducciones en delitos y homicidios de 2018 a la fecha, pero en contraste, vemos al crimen empoderado como nunca, extorsionando y cobrando derecho de piso a comerciantes, transportistas, productores en Guerrero, Michoacán, Zacatecas. Solo esta semana se reportan asaltos en diferentes carreteras del país, asesinato de policías en Michoacán, atrocidades en Veracruz, Jalisco, Guanajuato y los 23 políticos asesinados del actual proceso electoral.
Vivimos un ambiente de gran polarización y de descalificación, con información pública manipulada, alterada o contradictoria, se ha mentido frecuentemente, se han utilizado medias verdades y se ha ocultado o reservado información, que complica tener datos certeros y visualizar el tamaño de los retos que tiene el país. En 73 días elegiremos president@ de México, cabe la pregunta ¿con que datos estarán elaborando el diagnóstico y su plan de gobierno? El dilema de “los otros datos”.
