Con las elecciones del domingo pasado, se dio el banderazo de inicio a la jornada electoral del próximo 2 de junio del 2024, donde los mexicanos vamos a elegir presidente, 128 senadores, 500 diputados federales y nueve gubernaturas (CdMx, Jalisco, Puebla, Veracruz, Guanajuato, Yucatán, Chiapas, Tabasco y Morelos), 1,787 presidencias municipales y 1,098 diputados locales.
Hay que considerar la nueva geografía política del país, ya que a partir de septiembre Morena estará gobernando 23 entidades, incluyendo al Estado de México y a los asociados San Luis Potosí y Morelos, gobernando al 67% de la población nacional, con la participación del 67% del PIB nacional. El PRI se convierte en el gran perdedor, solo gobernará Durango y Coahuila, que únicamente representan el 3.9% de la población del país, con una participación del 4.8% del PIB. Es decir que Movimiento Ciudadano, que gobierna Jalisco y Nuevo León, tiene el 11% de la población del país y generan el 14.7% del PIB.
El PAN se queda gobernando en cinco entidades, Guanajuato, Querétaro, Chihuahua, Aguascalientes y Yucatán, que suman el 12.7% de la población nacional que generan el 11.6% del PIB nacional.
Hace 35 años, el PRI gobernaba todos los estados del país, hoy Morena lo hará en 23 de las 32 entidades, luego de 16 años de capitalizar el hartazgo de los ciudadanos a los malos gobiernos, a la corrupción, al nepotismo llegaron al poder en el 2018, y hoy desde el gobierno están replicando las mañas con gran maestría.
Cada frente político tiene sus retos para 2024. En Morena será evitar las fracturas entre las llamadas “corcholatas” que los confronten y dividan, ahí está lo que ocurrió en Coahuila. El reto para la alianza opositora del PRI, PAN, PRD, (en caso de continuar unidos), será evitar que el PRI los siga hundiendo, que se pongan de acuerdo en el PAN para encontrar ese personaje que logre emocionar a los ciudadanos para que salgan a votar a través de propuestas de contraste al actual gobierno. Hasta ahora no se ve con quien. Y habrá que ver el papel que juegue Movimiento Ciudadano, que, si bien es un partido chico, ha ido ganando espacios ya sea sumando votos o restando a algunas de las coaliciones. Ya falta menos.