Un placer de verdad pasear, andar y andar por la avenida Libertad de Guadalajara. Ahí por la Colonia Americana una de las primeras junto a la francesa.
Comienzo en la anteriormente Lafallette hoy avenida Chapultepec hacia el oriente la antes avenida Tolsa que no Tolsá como algún día me indicó mi amigo Topete.
La arquitectura de esa bella zona guadalajarense, ha escapado a la depredación inmobiliaria [casi].
En el cruce de la avenida con Progreso antes de llegar a Colonias, se encuentra el Consulado de los Estados Unidos en el edificio que por muchos años, albergó la biblioteca Benjamín Franklin.
Casi al llegar al inicio de nuestro periplo, se asienta la bella casona de estilo victoriano, en donde tiene su restaurante italiano el simpático personaje Luigi Capurro, italiano bajito de estatura quien atiende a los comensales personalmente invitándoles a degustar la carne tártara. Un manjar.
No sé por qué, pero, andar por Libertad me rememora, las calles del Vedado en La Habana, el estilo decimonónico, tal vez. Decía el poeta de Avila, León Felipe, Los mismos puentes, las mismas calles… da la sensación de haber estado antes.
Las calles en pésimo estado, el ayuntamiento tapatío no se acuerda de la mejor zona de la Perla Tapatía. Baches y más baches.
Libertad ha asumido su nuevo vocacionamiento convirtiéndose en una zona de cafés, comederos y desayunadores al alcance de cualquier bolsillo, esto es, desde tacos de canasta, hasta cortes argentinos, el mejor cabrito de Guadalajara y más.
Ahí tuvo su morada el que fuera gobernador del estado Jesús González Gallo. Edificios de departamentos y locales de oficinas dan vida a la avenida.
La avenida Libertad está partida en dos por un camellón central, árboles y plantas hacen del paso de peatones un verdadero vergel. Algunas de las casas más grandes de la colonia son el ejemplo mejor conservado de la arquitectura residencial porfiriana, en esta zona está la casa de los abanicos, llamada así por la forma de su herrería exterior. Y la de los Orendain.
De la época, hay algunas mansiones que copian el estilo afrancesado de esta casa. Otras, como la llamada “Clover Lawn”, son de estilo marcadamente inglés, mientras que hay casas construidas algunos años después, en la década de 1920, que representan el estilo de la Escuela Tapatía de Arquitectura. Luís Barragán, Pedro Urzua, Castellanos, Ignacio Díaz Morales y Julio de la Peña.
Arquitectura “brutalista” de los años 60 y 70, ¡Ah! Las modas, la escuela de Chicago de Louis Soulivan el finlandés igual que Sibelius, Alvar Aalto y hasta un edifico de oficinas, junto a las viejas mansiones que hoy en día se utilizan en su mayoría como oficinas o salones para eventos. Los europeos que llegaron en la posguerra trajeron a Nueva Galicia, en su maleta, conocimiento de la vieja Europa e impusieron modas originales de Alison y Peter Smithson el brutalismo, edificios que dejan ver sus instalaciones y el desnudo de sus materiales en fachadas. Pero, se lo tomaron demasiado en serio…