La alianza opositora avanza en su conclave para definir el método de selección de su candidato a la presidencia de la república para el año venidero, sin duda la determinación de morena fue la pauta para que agilizaran su decisión, saben que están a destiempo y que no hay perfiles en ninguno de los partidos que conforman esa alianza que puedan en unos meses alcanzar la competitividad que se requiere para disputar verdaderamente la elección.
Una muy predecible estrategia malhecha surgida del coraje y la espontaneidad desde el 2018 que no alcanzaron a digerir bien el costo de la derrota electoral, asumieron que con el control de medios de comunicación y comunicadores que encumbraron económica y mediáticamente desde el viejo régimen, como herramienta para todos los días desde hace cuatro años bombardeando de insultos y calumnias al Presidente Andrés Manuel, a su gobierno y movimiento iban a conseguir contagiar odio a la población y con ello emerger un movimiento político y social que les permitiera regresar al poder.
Ahí está el resultado de no entender bien el fenómeno social que los echó del poder, de no reconocer los excesos en los que incurrieron durante décadas, la corrupción y la impunidad como sello característico de sus políticas en el ejercicio del poder, y todavía bajo su lógica le echan la culpa al pueblo por dejarse engañar; quedaron aturdidos de la derrota y sus valoraciones totalmente alejadas de la realidad, su estrategia se limitó a ser una reacción con odio, no tienen un discurso propositivo, un debate de altura, con argumento revestido de conocimiento, sustentado y respaldado técnicamente.
Así arriban los partidos de oposición a la antesala de los comicios de la sucesión presidencial, desgastados, con el 90 por ciento de gubernaturas disputadas en el sexenio, con los mitos caídos como los que decían que nos íbamos a convertir en Venezuela y que el dólar se iba a disparar por los que auguraban la catástrofe económica, quedaron como mentirosos y eso es apreciado nítidamente por la población, aunado a ello que las estructuras territoriales que tenían cuando gobernaban están totalmente disminuidas y en algunos lugares desaparecidas.
Para complementar el cuadro desolador de la oposición, dentro de su método de selección de su candidato, le copiaron a morena y al Presidente López Obrador para que sea una encuesta la que determine, ésta en complemento con una elección interna de voto universal y directo en el que sin duda será la mejor vitrina para exhibir como se van a despedazar entre ellos porque realmente lo que los une es el interés económico, el recuperar los privilegios, el disponer del presupuesto para negocios personales y no como ahora que se utiliza para pensiones para adultos mayores y becas para estudiantes y obras para el desarrollo económico y social de las diferentes regiones del país.
Es muy difícil que se pongan de acuerdo al interior de los partidos opositores, y aún más entre los propios partidos, hay una cantidad desbordada de ocurrentes que se sienten con ganas de disputar la candidatura presidencial del bloque opositor, pero realmente ninguno reúne la categoría política y moral para instalarse como competidor, todos sin excepción traen un pasado acreditable de ser parte del régimen que saqueó y ensangrentó al país y de ese concepto la gente, el electorado está muy claro y decidido a que no se debe regresar.