Trece años tuvieron que pasar para iniciar apenas el camino de la justicia para Jorge Mercado y Javier Arredondo, jóvenes estudiantes del Tecnológico de Monterrey asesinados por militares en 2010.
Les sembraron armas para hacerlos pasar como sicarios y rompieron así el futuro de dos estudiantes de excelencia y de dos familias quebrantadas en lo más profundo.
Sentencia que marca un hito y sienta precedente para la resolución de otros casos de ejecución extrajudicial en México.
Muchos años, mucho dolor lo que deben pasar familiares de las víctimas, muchas mueren en el intento para lograr que el gobierno federal les haga caso y esclarezca los posibles delitos en que ha incurrido el Ejército a lo largo de la historia.
Con mayor razón en el presente, en donde militares se encuentran desplegados en todo el país en tareas de seguridad pública, lo que ha implicado violaciones graves a derechos humanos.
¡No más deslindes al Ejército ante detenciones arbitrarias, tortura, ejecuciones, desapariciones forzadas y uso excesivo de la fuerza!
Las atrocidades se han vuelto tristemente cotidianas en México y no pueden ni deben ser olvidadas.
¿Quién pone orden en la casa?