El contexto económico, laboral y sanitario no podía ser más complicado para las negociaciones salariales entre la empresa y sindicato de Volkswagen.
Un conflicto laboral como la huelga es el último recurso, quizá extremo, porque no hace más sindicalista a un trabajador si coloca banderas de rojinegras en su centro de labores.
Para el caso de la planta automotriz de la firma alemana, una huelga sería suicida, y por fortuna la cordura y sensatez existió por representantes de ambas partes.
El acuerdo final en la mesa de negociaciones es un incremento directo al salario de 5.5 por ciento, y 1 por ciento al fondo de ahorro para seis mil sindicalizados.
Acicateados por la caída del mercado de consumo nacional, pero mayormente afectado por contingencia sanitaria que paralizó al mercado de Norteamérica, el sindicato y la empresa salvaron la negociación.
El sector venía de un entorno muy complicado por la pandemia que obligó el encierro forzoso y paralizó la fabricación de micro componentes, lo que motivó en esta marca, como en otras de la industria, la realización de paros técnicos.
Además, un factor determinante que ejerció mayor presión a la producción de autos, fue el complicado mercado internacional que venía recuperándose de una recesión económica mundial.
Con este escenario para uno de los sectores más activos de la cadena del sector automotriz, que arrastra a las empresas de autopartes, la decisión final del aumento salarial y prestaciones ligadas al salario es un acuerdo de sobrevivencia para el centro fabril y la mano de trabajo.
Los buenos oficios de mediación de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) ayudó a un buen acuerdo bilateral de sobrevivencia, suficiente para garantizar la estabilidad laboral y contribuir al ritmo de la reactivación económica.
Una huelga sería suicida en este momento crítico para la economía regional y nacional, amén de que tradicionalmente la revisión anual del tabulador y prestaciones tiene menor grado dificultad, a diferencia de la revisión contractual bianual.
Seguramente saldrán a relucir las “letras chiquitas” del acuerdo salarial, pero nada que altere el acuerdo salarial de sobrevivencia y estabilidad laboral para la empresa y el sindicato de Volkswagen.
Pablo Ruiz