Frente a la creciente inseguridad pública y los hechos delictivos, principalmente los homicidios dolosos, ¿para las respectivas policías hay otras prioridades?
Para las víctimas de la delincuencia sí es una prioridad la seguridad, y comerciantes en pequeño afiliados a la Canacope han decidido integrar brigadas de seguridad para cuidar de sus negocios.
Se trata, coloquialmente, de grupos de autodefensa de comerciantes que hacen frente a los delincuentes, porque los mandos de la policía preventiva tienen “otras prioridades”.
Cuando se presume que es más grande la fuerza del Estado frente a la delincuencia y la inseguridad pública, la realidad nos remite a los hechos y, por lo tanto, a los resultados.
En menos de 48 horas, por ejemplo, ocurrieron en la entidad un multihomicidio y un asesinato con la firma sanguinaria, presumiblemente, de bandas de delincuentes.
El primer hecho ocurrió en el municipio de Mazapiltepec de Juárez, donde un grupo de civiles armados ingresaron a una casa y ejecutaron -con el llamado tiro de gracia- a tres integrantes de una familia.
Se desconoce hasta el momento cuál fue el móvil del múltiple asesinato; sin embargo, sí fue de inmediato el que la autoridad haya descartado que fue un ataque directo contra familiares de la alcaldesa Gabriela Marín Castro.
En medio de esas horas del hecho criminal en esa zona de Ciudad Serdán -que está bajo el asedio de grupos delictivos del “triángulo rojo”-, en otra región del estado pobladores quemaban patrullas.
En San Andrés Calpan un grupo de habitantes tomó el edificio sede de la Presidencia Municipal e incendió los vehículos oficiales, como protesta por la liberación de presuntos delincuentes.
Y en el arranque de la primera semana de octubre otro hecho ha enlutado a la sociedad: el asesinato de una madre de familia que buscaba a su hija desaparecida desde enero de 2021.
Solo es posible que ocurran estos homicidios como el perpetrado a Esmeralda Gallardo, cuando ella hizo señalamientos contra presuntos responsables de la desaparición de su hija, pero los policías investigadores no solo la ignoraron, sino que no la protegieron.
En Tehuacán, por ejemplo, la mamá de Karina Yazmín, desaparecida desde agosto de 2016, denunció al MP de la FGE de desaparecer pruebas relacionadas con el hecho y las indagatorias.