Para Ana, éxito en sus nuevos proyectos
El gobierno estatal sorprendió al estampar su firma este fin de semana junto con 21 entidades federativas para el traslado de la estructura e infraestructura de los servicios de la salud estatal al programa federal IMSS-Bienestar, que sustituye al malogrado y deficitario Insabi.
En julio pasado reiteró el gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes continuaban el análisis del IMSS Bienestar para lograr su implementación en la entidad.
El viernes pasado la oficina de prensa del IMSS dio cuenta de la firma del convenio del gobierno estatal con el Órgano Público Descentralizado (OPD) IMSS-Bienestar.
Se concretó la transferencia de recursos presupuestarios federales y en materia de personal, infraestructura, equipamiento, medicamentos y demás insumos asociados para la prestación gratuita de servicios de salud a las personas sin seguridad social.
Zoé Robledo, director General del IMSS y el mandatario estatal se comprometieron a tener comunicación con todos los involucrados, incluía a sindicatos, usuarios y proveedores locales, para evitar la desinformación.
Salvo el resto de los involucrados, los usuarios nunca conocieron diagnóstico alguno, por el contrario, al hacerlo con “sigilo”, las autoridades sanitarias incurrieron en la opacidad.
El ex secretario de Salud, José Antonio Martínez García, había destacado las 607 unidades médicas, y la participación en la Jornada Nacional de Salud Pública de 543 centros de Salud y centros de Salud con Servicios Ampliados (Cessa's).
Se desconoce la cantidad de trabajadores de salud estatal que pasarán al IMSS-Bienestar, la población sin seguridad social, los activos, incluidos hospitales generales, el presupuesto anual y el abasto en medicinas.
Faltó una explicación de las razones del por qué 3 millones 241 mil poblanos no tienen acceso a la salud, de acuerdo con el Coneval, y quién garantiza que el IMSS-Bienestar mejorará la cobertura.
Zoé Robledo había informado que en la etapa inicial 11.6 millones de personas en el país ya eran atendidas con el modelo IMSS-Bienestar; al cierre del 2022 llegaron a 21.8 millones y la meta era alcanzar en el primer trimestre de este año 31.5 millones de usuarios.
Es tan difícil para las autoridades sanitarias transparentar el traslado de los servicios de salud del estado al IMSS-Bienestar, ¿o es “top secret”?