La Asociación Estatal de Padres de Familia lanzó un llamado al gobierno municipal para regular la prostitución en la vía pública, porque ésta se ha extendido a los accesos de escuelas públicas y privadas.
Esta actividad se vincula a actividades delictivas como el tráfico de personas, explotación sexual, narcomenudeo y robos, los cuales predominan en el Centro Histórico de la ciudad, describe Alejandro Águila.
Por la mayor cantidad de mujeres ejerciendo la prostitución, el Centro Histórico de la ciudad se ha convertido en una zona de tolerancia, en perjuicio de la actividad turística y de la imagen del Patrimonio Cultural de la Humanidad, opina José Juan Ayala, del Consejo de Comerciantes del CH.
Lo que observan los comerciantes establecidos de esta agrupación es el CH convertido en zona de tolerancia donde prevalece la explotación de las sexoservidoras, la trata de personas, y no hay ningún plan preventivo para impedir que menores de edad sean prostituidas.
Sitios turísticos como el Museo de Santa Rosa están invadidos de mujeres que se dedican a esta actividad, y en el centro de la ciudad esta agrupación de comerciantes ha contabilizado a más de 800 mujeres prostituyéndose en la vía pública.
Amén del problema de la regulación sanitaria, porque es un tema de salud pública, las autoridades han optado por la permisibilidad, pese a los graves riesgos sanitarios y de seguridad pública, porque se ha convertido en una actividad controlada por la delincuencia, no por el gobierno.
Es urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno ofrezcan una solución integral, porque al desbordarse este fenómeno, los costos serán mayores en los ámbitos de la seguridad pública, la protección sanitaria y el daño económico al sector turístico.
La alcaldesa poblana ve el problema desde un solo ángulo, el “cobro de piso” a sexoservidoras, por lo que anunció la implementación de operativos para detener estos “abusos” hacia este sector. Ustedes juzguen.
