El alcalde poblano Eduardo Rivera Pérez informó el estado desastroso de las finanzas municipales, y afirmó que la administración de Claudia Rivera no le dejó ni un peso para tapar baches.
Como presidente municipal por segunda ocasión en la ciudad capital, el panista fue más tajante al referirse a su antecesora y la acusó de mentir a los habitantes de la ciudad.
La "mentira", dicho por el alcalde, obedece a las arcas vacías en la tesorería, porque Claudia Rivera había hecho público que dejaba 280 millones de pesos, la última versión, porque primero mencionó la cifra de 500 y luego de 300 mdp.
Cuando la tesorera del ayuntamiento poblano entró al detalle de las cifras, descubrió que lo que sí le dejaron fue un déficit de 21.5 mdp.
Conocido el estado de las finanzas municipales, los reporteros le cuestionaron si procedería legalmente contra la ex alcaldesa morenista, pero evadió el cuestionamiento.
Rivera Pérez respondió que no es fiscal, auditor o contralor para proceder en contra de Claudia Rivera; entonces, ¿qué sanción contempla la ley de responsabilidades de servidores públicos, cuando la acusa de "mentir"?
Bueno, el presidente municipal en funciones hizo especial énfasis en que la ex alcaldesa se gastó los 41 mdp del fondo para el caso de desastres naturales, y no podía echar manos de esos recursos para atender la contingencia en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan.
Si la postura del alcalde Eduardo Rivera al responder a los reporteros se puede considerar un acto de "prudencia" respecto a qué instancia le corresponde sancionar las anomalías, está bien, porque no debe constituirse Ministerio Público y juez, pero la lectura de los ciudadanos puede ser otra.
Si el alcalde de la alianza Va por Puebla no quiere pasar como "tapadera" de las graves irregularidades financieras, al grado de calificar a su antecesora de "mentirosa", entonces debe transparentar la ruta de verificación del estado de las arcas municipales.
Las omisiones, errores, irregularidades y traslado de recursos etiquetados para otras cuentas o gastos están perfectamente bien establecidas en las reglas de operación, sujetas a la rendición de cuentas y sancionables por la Comisión Inspectora y la Auditoría Superior del Estado.
Lo que se espera es una correcta rendición de cuentas de los que se fueron y los que llegan a dirigir el ayuntamiento poblano. Veremos.