En junio de 2015, primero en Puebla capital y al día siguiente en la Ciudad de México, fueron los gobernadores panistas los que llevaron mano para presentar al joven queretano, Ricardo Anaya Cortés, como el candidato de unidad a la presidencia del Partido Acción Nacional.
El entonces mandatario poblano, Rafael Moreno Valle, le organizó a Anaya Cortés el “destape” en una reunión en Casa Puebla (sede del titular del Poder Ejecutivo), a la que asistieron legisladores y gobernadores panistas.
No sospechaban entonces que Ricardo Anaya se “llevaría al baile” a los liderazgos del panismo, al secuestrar el partido y excluir a sus contrincantes, traicionando así a quienes lo apoyaron, porque ya se había propuesto apoderarse de la candidatura presidencial.
A más de tres años del respaldo a Ricardo Anaya, se repite la historia con el pronunciamiento de los gobernadores del PAN para respaldar la planilla integrada por Héctor Larios y Rafael Moreno Valle, fórmula para la presidencia y secretaría general del CEN del PAN, respectivamente.
La diferencia entre la propuesta de esta dupla y lo ocurrido en junio de 2015, es que en esta ocasión, la propuesta no es de unidad del panismo nacional y deberá pasar por una contienda interna contra el grupo de Anaya, para que los militantes de este partido los elijan en las urnas.
Aclaró Moreno Valle “que ante la difícil realidad que vive el partido se propuso a la actual dirigencia (nacional) una planilla de unidad, para evitar una guerra civil, pero desafortunadamente no fue posible, por lo que no se pueden seguir tomando decisiones verticales”.
En la nueva batalla que librará Anaya Cortés, posterior a la estrepitosa derrota electoral el pasado 1 de julio, el ex candidato presidencial y otros prominentes panistas como Santiago Creel, deberá enfrentarse al sindicato de gobernadores y a otros actores políticos albiazules.
Si se entendió bien lo advertido por Moreno Valle, no hay planilla de unidad para la dirigencia nacional de ese partido, y habrá una “guerra civil”, solo falta saber quién encabezará la planilla de los anayistas, lo que ya se antoja de pronóstico reservado por el “choque de trenes”.
