Solo en la ciudad capital, el alcalde panista Eduardo Rivera Pérez le puso cifra a las adicciones, de todo tipo y la contabiliza el problema en 25 mil personas en esa situación de salud.
Mencionó el dato al presentar uno de sus programas de atención a los jóvenes para abatir las adicciones, entre éstas las drogas duras, esas que son parte del menú de sustancias en el narcomenudeo.
Pocas y casi ninguna autoridad de los tres órdenes de gobierno le ha entrado a fondo a este fenómeno de las adicciones a las drogas, y si el ayuntamiento capitalino contabiliza 25 mil, aunque es un cifra muy reducida, se entenderá el tamaño del problema.
El grave problema de salud por el consumo de drogas lo enfrentan las familias poblanas, con los hijos y los propios adultos, frente a adicciones como el alcohol, la de drogas tiene emproblemadas a las familias.
Cada vez son más las y los jóvenes ligados al consumo de drogas, de todos los niveles socioeconómicos, lo que se ha convertido en un gran negocio para la delincuencia que se ha diversificado.
Es tal la falta de políticas públicas claras y contundentes para erradicar el crecimiento del consumo de drogas, que basta con observar en el área verde de jardinería frente a la Fiscalía General donde meses tiene un plantón de consumidores de mariguana que reclaman sus “derechos” de consumo.
Frente a la FGE ese grupo de personas ofrecen talleres y charlas sobre el cultivo, consumo y variedad de drogas en el mercado de consumo. Esto que existe ante el edificio sede de la FGE encargada de perseguir el delito, se multiplica en las colonias, barrios, bares, antros, tienditas, ejidos y eventos públicos con la comercialización creciente de drogas, el llamado narcomenudeo.
El consumo se ha expandido en todo el territorio poblano, no hay una colonia, barrio, comunidad rural, municipio donde no se venda y consuma drogas ilegales, tan desbordado como la sobreoferta.
De acuerdo con las autoridades competentes y las no autorizadas para ello, han atribuido los multihomicidios en Ciudad Serdán y Atlixco en la pelea de bandas de narcomenudistas que se disputan las plazas territoriales. Si tienen tan bien ubicada la problemática, su origen y la razón de las matanzas que aterrorizan a la sociedad poblana, ¿qué hace falta para erradicarlo?
Pablo Ruiz