Ahora resulta que el líder de la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, nunca estuvo involucrado en una investigación de presunto lavado de dinero por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
De los más de 400 millones de pesos que le atribuían en operaciones financieras con empresas fantasmas y factureras, la UIF solo detectó un cheque de 98 mil pesos depositados en una cuenta que procedía de una empresa en la cual “era” socio, y concluyó que no existió ninguna anomalía.
Las revelaciones son del mismísimo Santiago Nieto Castillo, ex titular de la UIF, quien con sus declaraciones en una entrevista radiofónica, contradice lo publicado por su sucesor, Pablo Gómez Álvarez, quien emitió un “fuerte extrañamiento” a la Fiscalía de Puebla por la “filtración” de una investigación.
Al referirse a las demandas ante las fiscalías generales del estado y la federal, lo redujo a solo “un problema de poblanos que tendría que resolverse en Puebla y no tendría por qué estar impactando a nivel nacional”.
Pero no solo eso. Según publicó la agencia de noticias Apro, Nieto Castillo hizo un deslinde claro: “Sí existe una filtración ilegal de información de una carpeta de investigación que se encuentra en curso y sí hay una tergiversación de las cosas, porque lo que la UIF investigó, nunca investigó a Ignacio Mier”.
Nieto, además de ex titular de la UIF, asumió el papel de ministerio público al declarar que en la denuncia que presentó Nacho Mier ante la FGR no se configuran los delitos de coalición de servidores públicos, ni de tráfico de influencias.
Pero no solo eso, lo que genera es un fuerte sospechosismo de una negociación política extrajudicial porque, ahora resulta que Santiago Nieto tiene una “buena relación” tanto con Ignacio Mier, como con Alejandro Armenta y Miguel Barbosa.
Con las revelaciones hechas por Nieto Castillo, solo faltaría conocer cuándo será el acto oficial de desagravio donde le ofrezcan una disculpa pública al legislador federal de Morena, y al mismo tiempo le borren una rayita de la presunta complicidad del ex auditor superior.
Y como lo que se ve no se juzga, con un modesto cheque de 98 mil pesos a su cuenta bancaria, el diputado federal puede tener tantos bienes inmuebles e inversiones que son la envidia de cualquier empresario poblano que le ha pedaleado toda la vida.
