En la era de la concesión de los servicios públicos en las ciudades, si no es el agua, es la recolección de la basura y en el confinamiento de ésta última, todo está concesionado y en disputa.
Han pasado a la historia los preceptos del artículo 115 constitucional, que obliga a los gobiernos a operar los servicios públicos.
Empero ya no es así, una herencia más del llamado “neoliberalismo” que lo ha privatizado todo con gobiernos priistas y panistas, y ha continuado en la administración de la Cuarta Transformación.
Esa perorata de echarle la culpa de todo al “neoliberalismo” es un discurso demagógico e hipócrita, porque se mantiene el mismo esquema.
Puebla, ciudad capital y estado, no es la excepción en esta tendencia de entregar los servicios públicos a los particulares.
Privatizar no es ningún delito, salvo que medien prácticas de corrupción para beneficiar a un particular; más bien es una renuncia a principios municipalistas de autogestión en la calidad de los servicios.
Uno de esos servicios privatizados es el confinamiento de la basura, los llamados desechos sólidos, que no solo es la captación, sino el manejo, la clasificación, el reciclado y utilidad para transformar la basura y generar gas butano.
La captación y manejo de la basura es un negocio, está regulado por la Norma Oficial Mexicana como medida de protección al medio ambiente, y las utilidades obtenidas se han convertido en una disputa.
En Puebla capital, la actual empresa operadora Rellenos Sanitarios SA de CV (RESA) tiene pleno derecho de participar en una nueva licitación por otros 15 años de concesión de un relleno con una vida útil de 25 años más.
RESA es una empresa mexicana, de la familia Abed, que cuenta con la tecnología y la capacidad para operar el relleno sanitario, pero ahora intereses ligados al partido gobernante en la ciudad capital están más que inclinados en traer a una empresa extranjera.
Existe una tendencia marcada por panistas como Augusta Díaz de Rivera y Guadalupe Leal, de la participación en el concurso y obtener la licitación a favor de la empresa española Creating a Better Wordl S.L.
Mal harían en torcer los lineamientos de la licitación, porque en un concurso la experiencia, la tecnología, la capacidad instalada y la mejor oferta
Pablo Ruiz Meza