Cultura

Tyron Lannister vs Napoleón y Robespierre

Cuando usted querido lector lea estas líneas, seguramente la serie televisiva “Game of Thrones” ya estará a punto del olvido. Sin embargo, no quisiera dejar pasar la oportunidad de expresar mí muy jericayero comentario.

Antes que nada, y a diferencia de la horda de fans desilusionados, confieso que a mí sí me gustaron los últimos capítulos de la serie, es más, afirmo que son una maravilla; pues dieron cuenta casi protagónica de las genialidades de un par inteligentes personajes con perfecta capacidad maniquea. Me refiero a Tyron Lannister y Varys “el pelonchas”. Este par de individuos me recordaron, al principio de la serie, a personajes de la talla de Perry Mason o del siniestro José María Córdova Montoya. Pero en las últimas dos temporadas, con el evolucionado discurso de Tyron y las argucias maquiavélicas de Varys sin duda los relacioné con las figuras políticas más influyentes de la convulsa historia francesa, es decir: José Fouché y Maurice de Talleyrand. La historia recuerda a José Fouché como un ser parco y frío que no gustaba de amistades ni de compromisos. No obstante, era reconocido por su destreza analítica y por el fino manejo de la información que sus cientos de espías le hacían llegar desde los tugurios o de las cortes parisinas, es decir, un buen esbozo de Varys. Mientras que Talleyrand, en semejanza a Tyron, descendía de una de las familias más poderosas e influyentes de Francia y aprovechaba su carácter festivo y desenfadado, más su afición por el vino y los burdeles, para obtener información y poder, mismo que utilizaba, al igual que Fouché, para lograr sus objetivos.

Fouché y Talleyrand tuvieron la suficiente destreza para manipular al estado por detrás del trono, y desde su sitial, cada uno manejó por su cuenta a la monarquía más rancia y a la radical asamblea revolucionaría. Menciono también que en muchas ocasiones, los dos estuvieron bajo la guillotina y sólo su sangre fría y su retórica los salvaron de ser ejecutados. Pero fue hasta la llegada de Bonaparte cuando estos individuos, los cuales no se caían nada bien por ser tan iguales, se unieron ante los riesgos que se corren frente a un carácter cómo el del Corso, justo como lo hicieron Tyron y Varys al reconocer en la “güera Targaryen” una pasión expansionista y un desenfreno moralista inusitado, cómo una mezcla entre Robespierre y Napoleón.

Es justo ahí donde se pone interesante la serie, pues “el chaparrito” teje, siempre al filo de la navaja, una fina telaraña que incluye sacrificar a su compa Varys, así como confiar en sus propias habilidades para salvar el pellejo. El desenlace ya lo conocemos, Tyron vuelve a gobernar por detrás del trono mientras que miles de fans se desgarran las vestiduras desilusionados porque de nada sirvieron las épicas batallas ni las hazañas de las princesas guerreras montando dragones, y al final, cómo suceden en la vida real, gana quién puede chiflar y comer pinole al mismo tiempo.

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Oscar Riveroll
  • Oscar Riveroll
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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