Cultura

Del robusta a la 4T

En días pasados, una compañía trasnacional suiza llegó con un titipuchal de millones de dólares para invertir en la instalación de una planta procesadora de café en el estado de Veracruz; “y póngale aguacate”, dijeron. Dicho ejercicio constituye la creación de casi de diez mil empleos, además de que coinvertiría a México en el principal proveedor de café en el imperio monopólico de los solubles, por lo cual nuevo gobierno federal brincó de gusto y anunció con bombo y platillo
su primera inversión extranjera.
Hasta ahí todo va bien, sin embargo, hay un factor que puede entorpecer tan maravilloso proyecto. Se trata del estorboso patrimonio biocultural de miles de estorbosos cafeticultores, que, nada más por producir uno de los mejores cafés del mundo, bajo condiciones ecológicas en un ambiente de desarrollo social y cultural, se sienten con el inmundo derecho de exigir respeto a sus tierras y sus tradiciones. Vaya desfachatez.
Hay que mencionar también que más de medio millón de hectáreas de selvas y bosques obstaculizan, con su frágil biodiversidad, la misión de la compañía helvética. Debemos estar ciertos en que el desarrollo económico del monopolio no debe ser afectado por unos cuantos “arboletes” que dan sombra a los cafetos de especia arábiga, esos mismos que producen granos de altísima calidad.
Me da mucha pena que una turba de cafeticultores retrógradas sólo piensen, de manera egoísta, en cuidar sus ecosistemas y no se den cuenta de que la generosa empresa suiza únicamente quiere ayudarlos a cambiar su producción de grano “arábiga” por la especie denominada “robusta”, esa que sí es bajísima calidad y se utiliza para el café soluble.
Es reprobable que estos campesinos, en un afán de continuar su tradición agrícola, no agradezcan las bondades que les otorga la trasnacional, como el caso de la asignación de créditos obligatorios —con altos intereses— para tener la capacidad, con esos recursos económicos, de derribar a esos insensatos árboles que obstruyen los rayos del sol que tanto necesitan los cafetos del grano robusta.
Pienso que los productores veracruzanos actúan de mala fe y es por eso que no quieren venderle a un solo cliente, sin apreciar las mercedes que la monopolización de este producto en el mundo les puede traer. De cualquier manera, es importante que se abran a la globalización y se den cuenta que eso de cuidar la biodiversidad y conservar sus tradiciones sólo hace lento el tránsito a la macroeconomía.
Espero que ahora que la “pachamama” anda de buenas otorgando permisos para autoflagelarse, el nuevo gobierno se faje los pantalones y ponga en cintura a esos rijosos campesinos que se manifiestan contra la bonachona empresa del nido de pajaritos, que de tan buena voluntad viene a sacar del ostracismo en el que viven esos arcaicos personajes que todavía cortan en café a mano bajo el cobijo de una sombra de jinicuil.

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Oscar Riveroll
  • Oscar Riveroll
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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