Para los niños, juguetes son juguetes. Son los adultos, con toda la información que han recopilado en su vida (en la cual se incluyen todos sus prejuicios y maldad) los que limitan con base en ridículas normas de género, con que deben de jugar los pequeños: carritos o luchadores para los niños y muñecas y juegos de té para las niñas. Las actuales generaciones están comenzando este necesario cambio, primero las personalidades en las alfombras rojas vistiendo faldas o pantalones no importando si son hombres o mujeres y ahora Mattel, la empresa detrás de Barbie, presenta Creatable World, su línea de muñecos y muñecas diseñadas “para mantener las etiquetas afuera e invitar a todos a jugar”. Así es, Mattel hace posible que los niños puedan jugar con muñecas, una maravilla.
No faltan los adultos ignorantes que optan por la división y el odio como la senadora de la república por Sonora, Lilly Téllez, quien considera que esto es una campaña “agresiva” y que pretende “manipular desde la infancia”, para rematar con el patético #ConLosNiñosNo ¿Dónde está la agresión en ofrecer opciones a los niños que quieran jugar con muñecas y no sean maltratados por sus semejantes? ¿Dónde hay manipulación cuando los juguetes son simplemente juguetes? ¿Dónde está la agresión en el término “Género neutro”? Tema del que hay infinidad de estudios. Con los niños sí, los niños tienen derecho a jugar con libertad.