El Festival del Globo es un evento que sin duda logra sacarnos una sonrisa a todos los leoneses, desde sus primeras ediciones recuerdo ver desde el balcón los globos volando aislados sobre la Presa del palote; las primeras veces nos sorprendimos y no entendimos qué estaba pasando, los años que siguieron ya no estaba en este plano mi abuelita, pero nunca voy a olvidar su cara de asombro de esa primera edición.
Después, cada año para las familias era una tradición darse uno o dos días e ir a la Presa a vivir lo que era el Festival del Globo en familia. Logró generar un sentido de pertenencia local y un estándar de renombre internacional, ambas cosas buenas para la ciudad; sin embargo, como suele pasar cuando crecen los eventos, se apropiaron del mismo y se perdió su esencia, por lo menos la primera, la de ser un evento que generara pertenencia en la ciudad.
Este año, a diferencia de los anteriores, creo hubo un pequeño esfuerzo por hacerlo más accesible; sin embargo, 250 pesos para la gran mayoría de las familias leonesas que viven al día sigue siendo demasiado costoso, no hay mucha claridad sobre los recursos que pone el municipio de León para que se lleve a cabo este evento, pero es sabido que son algunos millones sin contar los recursos en especie que ponen de nuestros impuestos. Creo eso ya sería justificación suficiente para exigir que el próximo año haya una cuota o un día con precio especial para leoneses, es triste ver a las personas paradas afuera del Parque Metropolitano, nuestro parque, para poder ver los globos lo más cerca posible.
Este tema siempre causa controversia porque la gente que dice “qué barato” no son los que siguen ganando un salario mínimo y que no se pueden dar el lujo de esos costos o es la gente que paga por ir a los conciertos y encuentran baratos los precios (y si puede que eso esté subsidiado) pero estamos hablando de la experiencia de poder ver los globos despegar de cerca, vivir esa experiencia en su parque y no solo en su ciudad, porque siempre lo he dicho y lo repito, voltear a ver el cielo por suerte es gratis (aunque si se pudiera cobrar probablemente lo harían quienes no se llenan los bolsillos y prefieren beneficiarse y seguir ganando antes de devolver un poquito a la ciudad todo lo que les ha dado).