Nos duelen las mentiras de los funcionarios públicos al intentar hacernos creer con falsa mercadotecnia (pagada con nuestros impuestos) que todo está bien, que los homicidios disminuyeron porque ya no hay quien los cuente, que las encuestas de percepción son reales cuando los entrevistados están en la nómina del que consulta, que talen árboles en una ciudad a la que poco le falta para parecer desierto, que los políticos repitan y repitan puestos sin haber dado resultados simplemente por tener lealtades políticas o haber hecho “favores”.
Nos duele que el estado monopolice empresas de servicios que son derechos humanos como el agua o la luz y que tengan el peor servicio y abusen de los ciudadanos cobrando servicios deficientes, cuotas falsas, cobrando aire en vez de agua, nos duele que nos crean tan tontos como para comprar narrativas estudiadas por expertos que creen que por decirlo muchas veces, falsear los datos e intentar manipular la realidad los ciudadanos vamos a creer todas las mentiras. La prosperidad se vive, si fuera real no sería necesario gastar tanto en publicidad intentando convencernos de “lo bien que estamos”.
En lo personal no hay nada que admire más que a las personas que van por la vida diciendo la verdad por más cruel que parezca o por más que esa verdad les pueda restar votos. Veo precandidatos haciendo campañas festejando y mostrándose despreocupados, denunciando si otro candidato los voltea a ver feo, como si no entendieran lo que está pasando en México y en el estado, me queda claro que no saben y no entienden nada, para ser honesta y en lo personal me es muy difícil llegar a admirar políticos o políticas, no ha habido alguno en México que logre darme esa confianza (bueno, creo en 6 años si habrá uno que ha mostrado coherencia y que pudiera ser alguien que no está buscando el poder por ego sino por la convicción de cambiar el país, propósito que su padre no pudo concretar pero que sí dejó un precedente, ya saben de quién hablo?)
Pero hoy por hoy solo veo circos (caros porque nos están costando bastante) que no suman ni aportan nada, quizás solo apatía de pensar que será más de lo mismo o hasta algo peor. Por eso como ciudadanía no debemos dejar todo en mano de los políticos y funcionarios públicos, el verdadero cambio lo vamos haciendo nosotros, la ciudadanía que genuinamente hacemos pequeños cambios que si mejoran y suman a nuestra comunidad y bueno estemos atentos a las verdades y mentiras que los partidos nos van a intentar vender, a los personajes que quieren aparecer en la boleta y sobre todo a hacer un voto inteligente.