Veinte años atrás la casa editorial Ariel y el Tecnológico de Monterrey publicaron una conferencia de Luis Villoro, ofrecida en el marco de la cátedra Alfonso Reyes de la casa de estudios regiomontana. “De la libertad a la comunidad” fue el título de la conferencia y de la publicación. Es un texto luminoso, más si se repasa hoy, sobre nuestra nación mexicana pluriétnica enmarcada en esa clave propuesta por Villoro: La libertad adquiere su pleno sentido humano en la comunidad.
Recupero ese recuerdo por la vigencia del mensaje en nuestra actualidad. La propuesta ha de leerse completa para aprehender su significado. Comparto aquí unos párrafos del texto. Escribe Villoro en 2001: “Parece necesario pensar en un nuevo proyecto de nación. Se habla mucho de "reforma del Estado", de "tránsito a la democracia". Ambas frases mencionan necesidades reales. Pero no bastan. Me parece que detrás de ellas se oculta un problema más profundo: la crisis de Estado liberal. Para empezar a resolverla, la vía no es volver a concepciones políticas rebasadas. No consiste en renovar ideologías estatistas o populistas, ni menos aún en buscar en el reino de la utopía ciudades perfectas que producen lo contrario de lo esperado. La vía está, tal vez, en recuperar la comunidad perdida, levantándola al nivel del pensamiento liberal moderno.”
La sencillez del texto no oculta la fuerza de la propuesta: Un nuevo proyecto nacional exige resolver la crisis del Estado liberal. Recuperar la comunidad en la clave del pensamiento liberal moderno. Este pensamiento pide superar el individualismo rampante y abstracto, máscara de la explotación y la sumisión. Por cierto, no es una propuesta novedosa. Villoro lo comunica en una pincelada: “…heredamos una larga historia de luchas populares, desde Hidalgo hasta Zapata, que propugnaron una sociedad con justicia social compatible con las libertades individuales.”
Así lo decimos hoy: Justicia social y libertad. Villoro lo diseña claramente: “El nuevo proyecto de nación no tendría por qué expresarse en una ideología doctrinaria. Bastaría con proclamar la unión de dos ideas regulativas, claves para orientar la construcción de una sociedad renovada. Esas ideas serían: libertad de realización para todos y, entre todos, comunidad.” Procurar libertades desaparece la pobreza y la comunidad supera las desigualdades. No más.