En la antigua Roma, cuna del derecho, existía una divinidad conocida como Fortuna, la diosa de la suerte, de quien se dice tenía el poder de cambiar la vida de las personas y sacarlos de la desgracia.
De ahí sale la expresión “la rueda de la fortuna”, asociada a los altibajos e impredecibles, que en la política tiene mucha vigencia, como sucede hoy en Nuevo León, donde el gobernador Samuel García parece recuperar la credibilidad y el poder en algunas decisiones que para él son de vital importancia.
En las últimas horas, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) echó abajo el nombramiento del fiscal del Estado de Nuevo León, Pedro Arce, quien apenas el lunes fue designado en el cargo por el Congreso estatal.
Durante meses, el mandatario ha sostenido una acalorada disputa con los legisladores del PRI y PAN que se aferraron a mantener al encargado del despacho, porque de alguna manera pensaban seguir controlando la procuración de justicia en el estado.
Los ministros de la Sala declararon fundado en el recurso de queja que interpuso el gobernador, por lo que se deberá reponer el proceso para elegir a un nuevo fiscal. En sus alegatos, Samuel expuso, y los magistrados lo tomaron en cuenta, que el Congreso local se extralimitó al dar cumplimiento a la sentencia dictada por la Corte en febrero de este año.
De hecho durante un buen tiempo, este asunto derivó en la campaña beligerante, donde ambos lados llevaron el tema hasta la opinión pública. Los diputados pensaban que habían ganado esa pelea, pero en estos momentos el estatus es: nada para nadie. Ni Samuel debe pensar que se salió con la suya, ni mucho menos los legisladores del bloque opositor.
En otro round de ese pleito que a veces parece callejero, la alianza PRI-PAN-PRD sufrió un serio revés al darse a conocer que la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) quitó dos diputaciones locales de representación proporcional al PRI y se les entregó a Movimiento Ciudadano, partido del gobernador, y al Verde Ecologista de México.
De esta manera se redefine la composición de la próxima Legislatura local y, de confirmarse, perderían la mayoría, con lo cual Samuel confirma que la diosa Fortuna le sigue sonriendo.
