El pasado viernes, es decir, dos días antes de los comicios extraordinarios en Chignahuapan, Venustiano Carranza, Ayotoxco de Guerrero y Xiutetelco, se realizó un cateo en una propiedad, la cual se dijo pertenecía a Juan N. alias El Moco, un presunto delincuente de la Sierra Norte.
La Fiscalía confirmó el lunes, al día siguiente de la elección, que se trataba de una "mapachera", desde donde pretendía favorecer a la candidata de Movimiento Ciudadano, y puso en riesgo la jornada electoral que al final se pudo llevar a cabo sin contratiempos.
El propio gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, afirmó que Juan N. tenía todo listo para provocar actos violentos durante las elecciones extraordinarias de Chignahuapan.
El mandatario dijo que gracias al trabajo coordinado de la Secretaría de la Marina, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública estatal y la Policía Municipal, se logró contener las acciones que supuestamente preparaba.
Por su parte la fiscal Idamis Pastor reveló que es investigado por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, y hay una orden de aprehensión en su contra, ya que también se le identifica como un generador de violencia en varios municipios de aquella región.
La nota de mi compañero Carlos Morales reseña que este personaje se hizo popular en octubre de 2020, cuando fue detenido por la Policía Estatal de Puebla por presunta entrega de despensas con fines electorales en comunidades de Hidalgo.
El ex gobernador Miguel Barbosa Huerta lo acusó de encabezar una banda dedicada al robo de hidrocarburo, narcomenudeo y tala clandestina en municipios de la Sierra Norte, como Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Aquixtla, Zacatlán y Ahuazotepec y hasta su esposa e hijos llegaron a ser detenidos.
Luego de obtener su libertad por falta de pruebas, el año pasado fue postulado por Fuerza por México (FxM) como candidato a la presidencia municipal de Chignahuapan, la cual ganó pero con múltiples irregularidades por lo que anularon la elección.
Ahora es uno de los objetivos principales del gobierno, cuando años atrás ese partido sin escrúpulo alguno, lo hizo su abanderado a la alcaldía.
Parafraseando al escritor uruguayo Mario Benedetti habría que decir que “ahora quieren culpar al viento del desorden, cuando fueron ellos mismos los que abrieron la ventana”.
