Dicen que no existe, que tarde que temprano se resuelve y caen los responsables, pero en Guanajuato hay una espina de impunidad que se ha quedado rezagada desde hace un año en que un comando, con toda impunidad, entró a un área federal, el Aeropuerto Internacional del Bajío, y logró sustraer el equivalente a 40 millones de pesos sin dejar rastro alguno. Esa noche, curiosamente, todas las medidas de seguridad con que cuenta un sitio considerado estratégico y de seguridad nacional, todo estaba planeado quirúrgicamente para que sucediera sin que un solo disparo se realizara, sin que nadie saliera herido en una escapatoria que más pareció una teletransportación, pues nunca se tuvo una sola imagen ni de los vehículos ni de las personas que participaron en este atraco. Pero no me cabe una sola duda respecto a que esto no habría sido posible sin una cadena de complicidades, entre autoridades, tanto aeroportuarias como de seguridad y delincuentes que, curiosamente, sabían en qué momento era el más oportuno para entrar en acción y salirse con la suya.
El botín, aparentemente, rebasó su capacidad pues fueron abandonadas varias bolsas con dinero lo que habla de que tampoco el plan fue tan perfecto, pero sí lo suficientemente planeado y con la suficiente incapacidad de las autoridades responsables como para que quienes lo cometieron hoy no estén ni siquiera en la mira de las autoridades más ocupadas por atender lo urgente.
La responsabilidad en teoría de investigar el hecho correspondía a la entonces Procuraduría General de la República, hoy la FGR, sin embargo, valiéndose de argucias (¿corrupción?) decidió no recibir la carpeta de investigación iniciada a petición de la PGR, por la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría de Justicia del Estado, hoy FGE. Al final nadie hizo nada y el caso ha quedado para la historia como un caso más sin resolver, en donde el destino de los responsables solo lo conocen ellos y curiosamente tampoco se supo realmente quién fue el blanco de tanto dinero que se llevaron, la “víctima” también se evaporó y hoy con este caso La Casa de Papel, esta serie española sobre “robos perfectos” se queda corta pues no sabemos hasta este día de alguna baja entre los que ejecutaron el robo del siglo en Guanajuato.