El alarmante fenómeno de las desapariciones de personas está estrechamente ligado con el crimen organizado, delito que no es para nada ajeno a los menores de edad quienes han sido víctima de desaparición con un incremento alarmante en los últimos 18 años que tiene el inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico en nuestro país y el crecimiento importante que han tenido las organizaciones criminales.
Habrá que decir que los grupos delictivos dedicados principalmente al tráfico de drogas no son nuevos, pero su poder se ha incrementado en al menos casi dos décadas justo cuando las autoridades iniciaron la cruzada para disminuir su influencia y fuerza de actuación.
Para darnos una idea de la gravedad de las desapariciones hice un análisis para el caso de menores de edad reportados como desaparecidos con cifras que parten del inicio del registro que lleva el gobierno federal y encontré que entre 1952 y 2006 es decir en un período de 52 años el total de menores entre 0 y 17 años de los que ya no se supo su paradero fue un total de 17 mil es decir en este lapso en promedio el número de jovencitos de los que ya no se tuvo información fue de 326 en promedio por año.
Partiendo ahora del inicio de la guerra contra los grupos delincuenciales abarcando un período de 18 años entre enero de 2007 y febrero de 2025 se tiene que el número de registros de menores que desaparecieron y de los que ya no se tuvo rastro es de más de 14 mil es decir en promedio por año desde el inicio de esta guerra las desapariciones de menores de edad se disparó hasta 777 por año más del doble de las que se tuvo hasta antes del 2007.
En este último lapso las mujeres han sido las más afectadas, 64 mil 646 mujeres fueron reportadas como desaparecidas es decir el 66%, 32 mil 71 fueron hombres para un 33% y el 1% restante es de personas menores de edad con información de género no determinado.
Y aunque son cifras escalofriantes, duele aún más saber que se trata de vidas que se vieron truncas principalmente en los últimos 18 años por delincuentes, se trata de miles de jóvenes que en el mejor de los casos sus familias tuvieron restos qué despedir 937 en casi 2 décadas y la suma parece ser al menos en los próximos años no va se va a detener.
