De acuerdo a estimaciones de la Secretaría de Educación Pública al menos 2,5 millones de estudiantes no culminaron el ciclo escolar que recién concluyó, la deserción escolar alcanzó límites históricos debido principalmente a las complicaciones que en muchos sentidos planteó la pandemia provocada por el coronavirus.
En Guanajuato se perdió la pista de al menos 150 mil estudiantes que principalmente por razones de no contar con las tecnología necesaria para seguir sus clases y por las condiciones precarias que enfrentaban sus familia terminaron también por dejar la escuela.
El problema no se cierne sólo sobre los planteles educativos del sector público, las escuelas particulares también están enfrentando una crisis severa, pues los padres no están dispuestos a pagar por un servicio que no reciben completo y han decidido tomar dos soluciones, una: incorporar a sus hijos a escuelas públicas y dos: dejarlos fuera de las clases por no estar dispuestos a ingresarlos al sector público y esperar mejores tiempos para retomar su educación en la escuela privada.
Todo esto representa un gran reto para un sistema educativo que se ha enfrentado más a los vaivenes políticos derivados de los cambios de partido en el gobierno, en lugar de contar con políticas públicas que eliminen el rezago que nos tiene frente a otros países por ejemplo miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, donde estamos en los últimos lugares.
A nivel mundial, el panorama no es diferente según la Unesco son 24 millones de niños especialmente de países poco desarrollados los que han abandonado la escuela lo que ha llevado a advertir que la ausencia prolongada sin duda tendrá un impacto en el futuro de la generación que le ha tocado enfrentar la contingencia sanitaria sin haber concluido sus estudios.
Los niveles de deserción son mucho más graves en los niveles de educación básica lo que llevará a tener una población mucho más amplia con escasa preparación para enfrentar los retos que representa una sociedad mucho más acelerada en términos de avances tecnológicos por ejemplo.
El regreso a clases además de contar con una matrícula menor enfrentará el reto de cambios incluso estructurales para los que hoy no está preparado el sector educativo.
La transformación del país no puede estar alejada de la educación y parece que no estamos al nivel de las circunstancias.