La desigualdad sigue siendo un factor que golpea a las mujeres en nuestro país, uno de los efectos de la pandemia es que ha venido a hacer más evidente la brecha de desigualdad, tanto entre clases sociales como entre géneros.
En el tema laboral recientemente el Instituto Mexicano para la Competitividad dio a conocer un estudio en el que queda manifiesta esta brecha al mostrar, por ejemplo, cómo hay ventajas para los hombres que no tienen las mujeres en este regreso a la nueva normalidad que las termina afectando a ellas.
Por ejemplo, el análisis elaborado por el IMCO describe cómo los hombres están regresando al mercado laboral más rápido que las mujeres mientras que a éstas se les ofrecen condiciones desventajosas y sin seguridad social.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) 2020 las trabajadoras propias aumentaron del 14% al 23%, mientras que la tasa de las trabajadoras no remuneradas se duplicó, desde el inicio de la pandemia.
El 53% de las mujeres trabajadoras se concentra en sectores que han sido más afectados por la pandemia y cuya recuperación podría ser más lenta como el sector servicios, o el de turismo el resto de las plazas en sectores productivos son ocupados por los hombres.
De hecho otro factor que afecta a las mujeres en ese sentido es que tiene menos posibilidad en caso de verse afectadas por la enfermedad de llevarse el trabajo a casa con lo que se ven en mayor posibilidad de perder su empleo que los hombres al no desarrollar una actividad susceptible de realizar a distancia.
Pero eso no es todo, muchas mujeres que son jefas de familia, no solo se han visto en la necesidad de suplir las necesidades de sus hogares y buscar el sustento, también se enfrentan al doble reto que representa estar atentas a las labores del hogar y la educación de sus hijos lo que se convierte en una carga sumamente pesada para ellas y que en muchos de los casos no es compartida con un hombre.
Las manifestaciones de las mujeres que se han ido generalizando en todo el país van más allá de un reclamo por la violencia, van más allá de solo buscar justicia, y tiene mucho que ver con la desigualdad que ha venido a hacerse más evidente ante las condiciones adversas que hoy enfrenta el mundo y prende alertas sobre la necesidad de acabar con esa brecha.