Queda claro que hubo si no dolo, sí una enorme negligencia en el caso del incendio en la estación de migrantes, dependiente del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua donde perdieron al vida 39 personas, todas ellas con el común denominador de no contar con los documentos necesarios para su legal estancia en el país, y con la única intención de huir de la miseria en que vivían en sus naciones de origen para buscar un futuro mejor para ellos y los suyos.
Pero queda claro que tampoco en materia migratoria el gobierno federal ha hecho lo necesario para garantizar la integridad de quienes por alguna circunstancia ingresan a nuestro país en busca de conseguir el sueño americano. El caso que hoy ocupa las primeras planas de los diarios, no es más que la punta del iceberg de un problema mayúsculo en el que también hay una fuerte injerencia de los grupos del crimen organizado que no solo trafican con seres humanos sino que también los reclutan para sus ejércitos de asesinos a sueldo sopena de arrebatarles la vida si se niegan.
Y así México se ha convertido en un verdadero infierno para quienes sueñan con llegar a los Estados Unidos, por lo que seguiremos contando por cientos tal vez el número de personas que mueren o son asesinadas en el marco de esta batalla por la supervivencia en un territorio que hoy por hoy es un peligro inminente para el tránsito de personas indocumentadas.
En medio de todo este escándalo está la figura del titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, quien ha sido defendido a capa y espada por el titular del Ejecutivo, quien no ha tenido siquiera la hombría de salir a dar la cara y responder por lo sucedido en Ciudad Juárez.
De nuevo la muestra que cuando hay interés político de inmediato se pone a chivos expiatorios tras las rejas, si no, cómo nos explicamos que hasta la llegada del actual gobierno se puso tras las rejas a presuntos responsables del incendio en la Guardería ABC.
Una vez más se deja claro que cuando se trata de aplicar la ley sólo se hace cuando se trata de los bueyes de mi compadre.