Deportes

¿Qué pasa en el Atlas? Charla con el Zorro; volvió a la mediocridad

Pasaron 70 años sin ser campeones, lo consiguieron en dos torneos seguidos… ¡y han vuelto a su triste y mediocre realidad!

(Afición atlista, no se enoje, no enjuicio, solo describo una verdad).

El sueño que vivió el Atlas, ese mundo irreal y de caramelo, desapareció como la carroza de La Cenicienta que a las 12 de la media noche se convirtió en calabaza tirada por ratones.

Así le ha pasado al equipo que, junto al Cruz Azul, es el más ‘buleado’.

1951 había sido su último y único título, pasaron 70 años y consiguieron dos, en diciembre del 2021 y en mayo del 2022.

La afición rojinegra por momentos había creído que su equipo ya se rozaría con los populares (Ame, Chivas, Azul y Pumas) y con los poderosos Tigres y Rayados, incluso con el Pachuca y Toluca, pero no.

Lo que le pasó a los “Amigos del Balón” fue como cuando un meteorito extraño es visto por la humanidad, pero de esos que aparecen cada 70 años.

Luego de ganar su bicampeonato, los del Paradero han jugado 28 partidos (27 de Liga y 1 de Conca), y no van a creer los satánicos y terroríficos números que tiene.

Tras bicampeonato…

Juegos Jugados 28

Ganados 4

Empatados 10

Perdidos 14

Puntos… 22, de 84 posibles

(Incluye 1 de Conca).

Señores, señoras y cualquier idea de lo que su mente les dicte lo que son, solo ha ganado 1 partido de cada 7 que disputa.

Y solo ha conseguido 22 puntos de 84 posibles.

Lo cierto es que la apuesta de Grupo Orlegi de traer al técnico Benjamín Mora ha sido uno de sus peores errores en años.

“Oye, pero quisimos apostar por un mexicano que había triunfado en Malasia”, han de decir en Atlas y Orlegi, y sí, pero en las apuestas también se pierde.

Es como el que juega póker y va All in con Q-4 off y el otro trae K-K.

Se la jugó con un 12.8% de probabilidades de triunfar.

Esta apuesta nació perdida y están muy cerca de tratar de arreglarla. Ojo, ya están en vías de cambiar de DT, me informa mi Judas Orlegi.

Pero va más allá de los resultados, de las míseras 4 victorias en 28 juegos tras el bicampeonato. El tema en el Atlas también es de vestidor.

Me dice mi Judas Zorro que lo de Julián Quiñones es el vaso que está lleno y comienza a derramarse.

“Los jugadores se dan cuenta cuando un técnico tiene para dirigirlos. Eso está muy claro, y en este caso fue algo contundente”, me dijo.

¿Qué pasó con Julián según mi Judas que está en el equipo?

“Mira, él es un consentido y tiene peso en la institución, es muy querido, así es que vio debilidad y por ahí se metió”.

¿Qué quiso decir?, pues que el ambiente en el vestidor no es —ni por mucho— el mejor.

No hay una autoridad que imponga disciplina y, aunque el DT Mora lo quiso meter, el jugador con la mano en la cintura dijo que no, que “no estoy al 100”.

“Eso es mentira (del jugador), Miguel, sí lo estaba; fue su propia decisión (de Quiñones). Por sus huevos no quiso jugar”.

Tras el partido le preguntaron a Aldo Rocha que qué sabía por qué Quiñones no quiso jugar y su respuesta fue muy evidente de lo que se vive en el equipo: “Pregúntenle a él”, contestó.

¿Entonces?

Atlas tuvo un año de ensueño, año mágico, pero fue excepción: ya volvió a ser el mismo mediocre de toda la vida.

PD: Quiñones se rebeló y están cerca de echar a Mora.

Miguel Ángel Arizpe

Twitter: @ArizpeMiguelZ


Google news logo
Síguenos en
Miguel Ángel Arizpe
  • Miguel Ángel Arizpe
  • Periodista deportivo desde 1990, cobertura de 4 mundiales, 2 Eurocopas y 2 Copas América. Corresponsal político en Francia de 1994 a 1996. Especializado en futbol y beisbol de Ligas Mayores. 16 años como columnista; desde enero 2022 en Mediotiempo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.