Dos películas definirán el futuro de la industria cinematográfica este año. La primera: Trolls World Tour. A falta de cines abiertos durante la pandemia, el estreno digital de esta secuela animada en Estados Unidos recaudó en tres semanas 100 millones de dólares, casi el 70 por ciento de los 157 millones de dólares que su primera parte, Trolls (2016) tardó en obtener en cuatro meses en cartelera. Este récord confirmó lo redituable que puede ser el estreno en Video On Demand y cuestionó qué tan necesario es el periodo que demoran las películas antes de estar disponibles para verse en casa. Gracias a Trolls es posible que las películas se estrenen paralelamente en salas y en digital.
Esta es buena noticia para los productores de cine, para las plataformas digitales, para quienes ya no disfrutan la experiencia de ir al cine, desvirtuada por una larga lista de obstáculos e incomodidades. Hay otro sector para el que el riesgo que corren las salas de cine es una amenaza cultural: los cinéfilos que no renuncian a la pantalla grande, los cineastas que se rehúsan a exhibir sus obras con menor calidad audiovisual, los dueños de cadenas exhibidoras y, desde luego, los productores de películas de alto presupuesto para los que la hazaña de Trolls no es suficiente. Para recuperar el presupuesto de las superproducciones se necesita la taquilla de Asia y Latinoamérica, en donde la renta digital de películas no es negocio consolidado. Para todos ellos, la película definitiva será Tenet, de Christopher Nolan.
Si bien las películas de Nolan suelen ser eventos cinematográficos, su nueva cinta lo será en sentido distinto. Se trata de la única película de la temporada de verano que no postergó su fecha de estreno en espera de que la pandemia sea controlada. Nolan ha dicho que, si los cines están abiertos, Tenet, la historia de un espía con la misión de evitar la Tercera Guerra Mundial a través de un viaje en el tiempo, se exhibirá puntualmente el 17 de julio. Lo radical de esta declaración es que no es el estudio, ni la distribuidora quienes insisten en esta fecha de estreno; es el director mismo quien está cabildeando para que los cines reabran en el verano. Si cumple su objetivo, llegado el 17 de julio, Tenet sería el único estreno en cines (todos los estudios ya recorrieron sus títulos para finales de 2020), lo cual le daría total ventaja en la taquilla. La incógnita será si, aun con los cines abiertos, el público regresará a las salas. Si Tenet logra una masa crítica de espectadores, será la esperanza para las películas del verano que necesitan a ese público de vuelta. ¿Pero a qué costo? Reabrir espacios públicos para el mes de julio es prematuro en términos sanitarios. La defensa que Christopher Nolan siempre ha hecho del cine en gran formato era loable, hasta que la óptica de esta crisis mundial puede mostrar su postura como egoísta e inmoral.
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