El día de ayer el director del IMSS, Germán Martínez, renunció a una de las instituciones más benevolentes del estado mexicano, una institución que, a pesar de las graves crisis económicas de México, se ha mantenido solidario al lado de millones de mexicanos que requieren sus servicios. Germán Martínez ayer dijo adiós a través de una carta, la cual intenta ser respetuosa, pero a su vez muy crítica con las decisiones tomadas al interior de la Secretaría de Hacienda. El expresidente del PAN afirma que aún y cuando en este gobierno federal se critica al sistema económico neoliberal, a la vez, a través de la Secretaría de Hacienda, se implementan estrategias propuestas por los principales ideólogos del neoliberalismo. Para el ex director del IMSS, las transformaciones que se intentan generar desde fuera de la institución son reformas reglamentarias, pero no transformaciones de fondo, tal y como lo debería hacer la 4T. Germán Martínez afirma categóricamente que en el IMSS la infraestructura deja mucho que desear, en ese sentido, quienes somos afiliados a tan noble institución, sabemos de la mala calidad de los servicios que ahí se prestan, médicos con poca experiencia; meses enteros para recibir consulta de un especialista; denuncias de usuarios contra médicos de la institución porque atentaron contra su salud e inclusive contra su vida. Martínez afirma que no será florero de nadie y, que, si en su momento tomó la decisión de aceptar el encargo, fue para tomar decisiones que hicieran bien a México, pero no para recibir encomiendas desde fuera, además, ha dicho que le preocupa se escatimen recursos dirigidos al IMSS con el objetivo de cuidar las finanzas públicas, dichos recursos son más que necesarios para la sobrevivencia de la institución.
Me parece que con esta renuncia se va un hombre que pudo hacer mucho por el IMSS. Se va un hombre que su pensamiento está vinculado con su acción.