Nuestro Derecho a la Información se encuentra en crisis mundial. Mientras en países como el nuestro hasta la vida de muchos periodistas lamentablemente está en peligro constante, y muchos han perdido la vida frente a presiones locales e internacionales, es alentador saber que el Parlamento Europeo acaba de aprobar una nueva ley de Libertad de Medios.
La creciente desinformación, las redes transnacionales, la falta de transparencia de la propiedad de los medios, los homicidios sin aclarar, entre otras causas, motivan a atender este flagelo contra la libertad de prensa.
La nueva ley prohíbe a las autoridades gubernamentales de los países europeos presionar a periodistas y editores para que divulguen sus fuentes de información. No podrán detenerlos, sancionarlos, hurgar en sus oficinas o instalar tecnologías de vigilancia (espionaje) en sus dispositivos electrónicos.
La legislación también pretende regular el financiamiento de los medios de comunicación con transparencia, respecto a la identidad de la propiedad, parcial o totalmente gubernamental, o en su caso del financiamiento recibido por concepto de subvenciones o publicidad gubernamental. En su caso, la publicidad gubernamental a medios de comunicación y a plataformas en línea debe asignarse mediante criterios públicos, sin discriminación. Esta información debe ser absolutamente abierta, incluyendo la cantidad total entregada por ejercicio fiscal a cada medio.
Para vigilar la aplicación de la legislación dispusieron la creación de un organismo específico llamado Consejo Europeo de Servicios de Medios de Comunicación. Sin embargo, uno de los retos más complicados es el de evitar que las plataformas en línea censuren o eliminen caprichosamente contenidos de medios, desde fuera de los gobiernos y alcance hasta a las autoridades gubernamentales.
En otra parte de la legislación aprobada, se obliga a los gobiernos de la Unión Europea a proteger a los medios de las injerencias de poderes fácticos, y a depurar, limitando el uso de programas digitales de espionaje a los periodistas, como Pegasus y Predator, con la excepción para casos específicos y previa autorización judicial para investigación de delitos graves que, no obstante, pueden ser objetados ante los tribunales por los periodistas.
Muchas lecciones que aprender de la experiencia europea, y adaptar a nuestra realidad, sin duda en temas preocupantes cuando se pone en riesgo nuestra libertad de prensa y el Derecho a la Información, frente al avance de la tecnología de la información. Cuidar la vida de los periodistas es una prioridad, porque son custodios para el ejercicio de nuestros Derechos.