Este lunes pasado, nuestro gobernador Samuel García presentó su solicitud de licencia al Congreso local para poder ausentarse seis meses de sus funciones como gobernador. Esto comprobó lo que muchos sabemos y hemos dicho desde hace dos años, el gobernador ha estado distraído y destinando decenas de millones de pesos en su búsqueda por la Presidencia.
No podemos olvidar los dichos asentados en video donde el gobernador García, siendo diputado local, criticó fuertemente al ex gobernador Jaime El Bronco Rodríguez por su ambición en buscar la Presidencia. Votó en contra de la licencia que solicitó el ex gobernador y declaró: “Si se va y pierde, que se someta voluntariamente a la revocación de mandato”.
Después de esto, ya como gobernador, declaró en cadena nacional ante Brozo: “Yo le prometí a Nuevo León, y lo he dicho en muchos foros y debates, que mi compromiso son seis años aquí en Nuevo León”. Por la boca cae el pez, él mismo se comprometió a terminar su mandato y no buscar la Presidencia.
Ahora está claro y evidenciado que el gobernador miente descaradamente, ya sabemos que no tiene palabra. Abandona a los 5.8 millones de nuevoleoneses para perseguir su ambición. Adicionalmente, los resultados con relación a la calidad del aire, seguridad, movilidad y abasto de agua son pésimos. Se va dejando muchos problemas para la gente de Nuevo León.
Ahora, ¿qué dice la Constitución de Nuevo León, que él mismo impulsó y presumió en 2021? El Artículo 60 establece la posibilidad de revocarle el mandato al gobernador, presidentes municipales y diputados locales. Sin embargo, el gobernador estableció un artículo transitorio para que la posibilidad de la revocación entrara en vigor hasta 2025.
Con este antecedente, la pregunta es la siguiente: ¿Queremos que regrese el gobernador?
Más allá del desenvolvimiento político de los próximos meses, y de la elección de junio de 2024, en Nuevo León debemos replantearnos nuestro rol como ciudadanos. Informarnos a cabalidad sobre las personas que votaremos en las elecciones y evitar elegir a aquellos sinvergüenzas que aman el dinero, no el servir.
Entre los alcaldes, los diputados locales, el gobernador, así como diputados federales y senadores, abundan los malos perfiles. Exijamos cuentas y estemos mucho más informados e involucrados de cara al proceso electoral del 2024.
