Sarah Jean Alexander (n. 1988) es una poeta norteamericana que actualmente reside en Brooklyn. Es autora del libro Wildlives (Big Lucks, 2015) y ha sido traducida a nuestro idioma anteriormente por el poeta español Óscar García Sierra (León, 1994). Su obra ha sido, a menudo, relacionada con la alt lit o literatura alternativa. Aquí presento una aproximación a su poema “PEOPLE DON’T WANT PEOPLE ANYMORE”, antologado en 40 Likely To Die Before 40: An Introduction to Alt Lit (CCM, 2014).
La gente ya no quiere a la gente
¿Cómo es que una persona hace frente al hecho de completar una tarea
cumpliendo con las más altas exigencias cuando todo
marcha a la perfección? ¿Qué queda por decir cuando
ya no existe lugar para el error? ¿Alguien se divierte
todavía? Yo pensaba que la aurora boreal era
algo que se inventó en internet porque dios
no me hizo tan hermosa como al cielo.
¿Cómo haces que una niña se sienta menos sola sin mentirle?
Si de todos modos nada pasa por ninguna razón
entonces quiero dejar de intentarlo.
A veces pienso que sería cómodo
ocultarme bajo las sábanas hasta morir y podrirme
pero no me puedo sacudir este diáfano deseo de estar viva.
Por favor no dejes de decirme que estoy equivocada.
Podrías tomar una cuchara para servir helados
agitarla en el aire y seguirías sin poder
volar. Quiero ser más responsable de
las inconsolables maneras en que te hago sentir de noche.
Nada nunca sabrá como esa vez que
tenía un poco de helado de vainilla en mi boca
y Chris Beckmeyer bebía chocolate caliente
y nos besamos para ver si era posible hacer que
brotará vapor de nuestras bocas.
A esto me refiero.
La gente ya no quiere a la gente. Nadie lo intenta
lo suficiente. Y los que lo intentamos seremos
inevitablemente minimizados por aquellos
que son todavía más minúsculos.
Él tiene miedo y ella también.
Las líneas que se arrugan en la piel de una persona
cuando se levanta en la mañana son infalibles
y hermosas pero no creo que todavía crea que
existen. Si alguna vez necesito a alguien que sostenga mi
mano cada vez que una puerta se cierra cuando me aproximo a ella
entonces encontraré a alguien y lo apretaré muy fuerte.
¿Recuerdas lo frío que creí que estaba mi cuerpo
la primera vez que enfermé gravemente junto a ti?
Escribo muchos poemas pero ninguno es verdadero.
¿Hacia dónde vamos?
He aprendido tres cosas en mi vida
que son capaces de calmarme:
Las auroras boreales son algo real.
Los niños saben mentir.
La magia no sucede cuando dos bocas se tocan
pero lo seguimos intentando.