No sé qué pasaba por la cabeza de los miembros del colectivo de ciberactivistas Anonymous cuando, el 26 de junio, anunciaron que la NASA “iba a revelar el descubrimiento de vida extraterrestre”. Llama la atención porque, hasta hace no tanto, habían sido defensores de causas relativamente razonables.
Anonymous es una numerosa red internacional más o menos mutable compuesta por hacktivistas que usan sus habilidades para organizar protestas contra causas que consideran nocivas para la libertad. En particular, la libertad en internet.
Surgió en 2003, pero se hizo famosa en 2008 cuando lanzó una feroz campaña contra la “Iglesia” de la Cienciología. Pongo la palabra entre comillas porque ésta, lejos de ser una religión genuina, es un culto que utiliza su estatus como “iglesia” para no pagar impuestos en Estados Unidos, donde surgió de la mente de su creador, un mediocre escritor de ciencia ficción, y porque utiliza métodos altamente cuestionables para obtener dinero y obediencia ciega de sus seguidores.
La “operación Chanology”, lanzada por Anonymous en 2008, surgió a raíz de que la iglesia pretendía borrar una larga entrevista en la que el actor Tom Cruise, notorio cienciólogo, hacia una serie de revelaciones que dejaban bastante claro lo absurdas que resultan muchas de las creencias centrales de la Cienciología.
Desde entonces, Anonymous ha defendido otras causas que podrían considerarse dignas, como la lucha contra la pornografía infantil o contra el grupo terrorista ISIS, y también otras con un fuerte componente ideológico, como campañas contra el cobro por derechos de autor en internet, o contra agencias gubernamentales que son percibidas como enemigas de la libertad cibernética. Lo que nunca había hecho, hasta donde yo sé, es difundir tan ampliamente noticias patentemente absurdas como ésta.
¿Por qué absurdas? No porque los científicos —de la NASA y de todo el mundo— no crean que exista vida extraterrestre. Al contrario. Dado todo lo que sabemos sobre la existencia de planetas semejantes a la Tierra alrededor de muchas estrellas, que podrían tener condiciones muy similares a las que permitieron el surgimiento de las primeras formas de vida, y sobre la química que hizo esto posible, es casi seguro que nuestro planeta no es el único en el universo que albergue vida (otra cosa es determinar qué forma de vida sea ésta: la microbiana es bastante probable; las civilizaciones avanzadas, un poco menos).
Quizá los miembros de Anonymous que lanzaron el aviso malinterpretaron información de la NASA sobre los últimos avances en la búsqueda de vida extraterrestre. Quizá se trató de una broma.
Pero claro, como se trata de una red cuyos miembros son, eh, anónimos, no podemos estar seguros de nada. Quizá se trató solo de una o dos ovejas descarriadas. O de saboteadores que buscan dañar la ya de por sí muy discutida reputación del grupo.
De cualquier forma, la “noticia” ya fue ampliamente desmentida. No sabemos si algún día lograremos hallar pruebas de vida extraterrestre. Pero si la hallamos lo más probable es que se trate de algo similar a seres unicelulares. Y eso sí, seguramente no nos enteraremos mediante un comunicado de Anonymous. Lo que sí puede hacer el colectivo es mejorar el control de calidad de la información que difunde.
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM