Política

UG: la indignación que se convirtió en exigencia

Lo que inició entre estudiantes de Derecho, Administración Pública y Ciencias Políticas pronto se propagó por otras divisiones y escuelas, desde Guanajuato, León, Irapuato, incluso hasta San Luis de la Paz. El reclamo es unánime: no a la inseguridad, cese a la violencia y todo tipo de acoso contra la comunidad estudiantil.

La convocatoria a una marcha la tarde del lunes para exigir justicia para Ana Daniela, encontrada muerta en su vivienda en Noria Alta, y el grito de “no fue suicidio / fue feminicidio”, la madrugada del martes derivó en la toma de la Universidad y el cese temporal de sus actividades, como medida de presión para hacerse escuchar, y llamado a las autoridades a la rendición de cuentas

¿Cómo fue posible eso? Confluyen varios factores que conformaron un terreno propicio para ello: las redes sociales, la proclividad de la juventud hacia el cambio del status quo, pero sobre todo porque son muchos los casos de inseguridad, acoso y violencia que, padece toda la sociedad, cierto, pero particularmente los integrantes de la comunidad universitaria, y nadie es ajeno ni puede permanecer indiferente a ellos.

Es cierto que se debe mejorar la atención a estos casos por parte de la Universidad de Guanajuato, ya que, cuando es denunciada una situación anómala, aunque es un buen comienzo tener estandarizadas las acciones, las autoridades escolares parecen más interesadas en dejar constancia escrita y evidencia documental de que se atendió conforme a los protocolos establecidos a través de su plataforma UGénero, que en realizar lo conducente, acá afuera, en la vida real en la convivencia en el entorno escolar, para librar a las víctimas de la situación que le dio origen.

Aún es muy temprano para vislumbrar cuánto tiempo durarán las acciones del movimiento estudiantil de la Universidad de Guanajuato y si en el gobierno del estado tendrán la sensibilidad política de atender el reclamo simbólico de los inconformes, y mediante la presencia del gobernador en el acto oficial de la disculpa pública, se allane el camino hacia la normalización de las actividades en la máxima casa de estudios de la entidad.

Sería una ruta acertada para, mediante la decidida atención a los problemas de fondo que detonaron la movilización estudiantil, avancemos hacia la construcción de una mejor sociedad, con las condiciones mínimas de seguridad y de respeto que las autoridades involucradas están obligadas a procurar. Hacerlo así, sería un terreno propicio para disminuir la situación de violencia e inseguridad, transitar hacia normas de convivencia con mayor orden y respeto, no solo entre la comunidad universitaria, sino como sociedad en general.

Mientras tanto, me quedo con la estampa de la noche del sábado, mientras la comunidad dejaba transcurrir las 12 horas aciagas en espera de las respuestas de las autoridades a su pliego petitorio: la Orquesta Sinfónica tocando sus instrumentos en el arroyo de la calle de Lascuráin de Retana, frente a la emblemática escalinata de la Universidad de Guanajuato, interpretando el clásico éxito de The Beatles: All you need is love, love...

Periodista de investigación. Ex servidor público de carrera

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Mario A. Arteaga
  • Mario A. Arteaga
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  • Periodista de investigación y ex servidor público de carrera
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