Política

Me llaman coronavirus

Soy el Coronavirus y ya estoy en León. Decir que de otro país me trajeron es relativo, porque para nosotros los microorganismos eso de las fronteras no sirve, claro está.

No nos llevó ni tres meses llegar desde China, aunque en realidad ya existíamos desde mucho antes, aunque no de esta forma específica.

Mi familia inmediata ya es conocida de antaño, por eso hay latas de sanitizantes que se fabricaron años atrás, con leyendas presumiendo que son eficaces contra nosotros.

En realidad soy una microscópica esfera con proteínas en forma de lanza, que a alguien le pareció que tenían forma de corona, de ahí mi nombre. Y mi apellido es un 19, pues me distingue de mi ancestro, el Covid-12, que surgió hace siete años.

Ya sé que algunos dirán que no existo, otros, que soy un mito, un artilugio para sembrar terror. Me asignan características catastróficas. Por el momento diré que soy una mezcla de todas las anteriores.

La verdad es que el alcance de mi acción depende de las características particulares de cada organismo en el que habito y el alcance de mi propagación y estragos pueden ser tan severos o tan inocuos como se me permita.

En algunas naciones los contagios alcanzan amplios sectores de la población y (no es algo que me enorgullezca) las víctimas mortales se cuentan por miles. Si tuviera que hacer un corte, (y no es por presumir) solo tendría que decir que hasta ayer ya iban más de 160 mil infectados a lo largo y ancho de 140 países.

Pero, como dije antes, en realidad este es un asunto más personal. Si me insistes un poco, tendré que admitir que en el fondo esto se reduce a un tema entre tú y yo. Así: casi íntimo.

¿Qué soy para ti? ¿Un invento? ¿Me temes o me respetas? ¿Serás un organismo de los del tipo que extreman precauciones, o de aquellos que van por la vida dejando todo al azar y facilitándome las cosas? ¿Seré algo más que un tema de conversación para atacar o defender a tu gobernante predilecto u al político más odiado? ¿te importo más que un meme?

La respuesta está en tus manos, y por supuesto que no me refiero a eso de que te las laves o no frecuentemente.

Pues sí: en los próximos días se verá de lo que soy capaz. Espero no haber hablado de más. Uno no puede ir por la vida (aunque sea celular) revelando sus secretos.

Ahora dime, hay algo que me intriga: ¿para qué necesitan tantos rollos de papel, y por qué algunos no se protegen, por más que se les diga?

Periodista de investigación. Ex servidor público de carrera

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Mario A. Arteaga
  • Mario A. Arteaga
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  • Periodista de investigación y ex servidor público de carrera
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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