“Qué molestia. Si esos ciclistas quieren hacer ejercicio que se vayan a un parque, los automovilistas no tenemos porqué aguantarlos. Además es muy peligroso tenerlos circulando por las calles”. Es el comentario de un hombre muy educado y muy civilizado, convertido en un automovilista dictador.
De esos que quieren expropiarse las calles para las llantas de sus autos y que desean vías más rápidas para llegar ¿quien sabe a dónde?Cuando en una ciudad como Torreón se privilegia el uso del automovil construyendo vías rápidas y dejando menos espacio para peatones y otros medios de traslado como las bicicletas le estamos dando la espalda a la movilidad urbana real.
Esa que ordena. Esa que es planeada. Esa que orienta hacia un desarrollo armónico. No se trata de darle espacio a los locos ciclistas que salen de noche a practicar ejercicio, sino de fomentar la convivencia respetuosa entre automovilistas, peatones y ciclistas.
En Monterrey se pugnó por tener vías rápidas, pasos a desnivel, caminos elevados y restarle a las banquetas. Cientos de trampas para peatones y ciclistas.
Ahora, a través del IMPLAN, Monterrey busca en el pasado soluciones. Banquetas anchas que inviten a caminar, espacios donde convivan autos y ciclistas sin accidentes, medios de transporte público que inviten a usarlos para adquirir menos autos y que generen menos contaminación.
El tema no se centra en modas sino en métodos para dignificar la vida, que hoy se hace extrema cuando sales de casa e intentas retornar a ella, sano y salvo. Sin sufrir un accidente.
Hoy en poblaciones como Matamoros, Coahuila se sanciona a los ciclistas, dizque porque no respetan señalamientos viales, cuando el concepto debía de ser protegerlos porque no contaminan.
Es un asunto de educación y de cambiarse el chip. De eliminar esa frase de que “es más gacho andar a pie” que en camión público.
Debemos voltear el concepto: es más gacho andar a pie en una ciudad agresiva con peatones y ciclistas. Si hay calles “amables” andar a pie se convierte en un placer.
@marmor68