Uno de los problemas más comunes de las democracias modernas es la forma en que se expresan y son representados los intereses de la ciudadanía. En México la ampliación de los derechos ciudadanos y la incorporación de importantes sectores de la sociedad ha sido una larga y gradual lucha a partir de complejos ciclos de conflictividad social, presiones sociales y la mano de los gobiernos para la cooptación de voluntades.
Actualmente en la arena política se está experimentando un periodo de relevantes ajustes y tensiones entre las formas que están exhibiendo el fondo del pozo de las ambiciones. Este proceso ha sido distintivo del inicio sexenal, sin embargo, llama poderosamente la atención que ahora esta práctica es encabezada por Morena, que está adoptando un modelo de estructura cerrada de militantes organizados internamente en torno a grupos de poder que están en férrea batalla por la maquinaria y control del partido. Como dijera el clásico, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas, pues.
Las lacras trepadoras y los ambiciosos vulgares están perfectamente ubicados en el tablero presidencial. En este tema López Obrador no juega con la interpretación de los otros datos sino que, fiel a su estilo del manejo de símbolos y mensajes, señala a los que están derrotados moralmente.
Esos que no solo se encuentran entre sus adversarios políticos sino que forman parte de su gabinete, son la otrora mafia del poder y aquellos que estando en Morena mueven sus intereses detrás de bambalinas legislativas. El hallazgo de una cámara oculta en una sala de juntas en Palacio Nacional, detalle que simula ser minimizado por el Presidente, expone el nivel de resistencia, preocupación y desafío a esta 4T.
La estrategia de hacer el hecho público y mostrar el dispositivo del espionaje debe ser leído como el acuse de recibo del Presidente. Lecturas hay varias pero una fundamental: la 4T está produciendo una serie de modificaciones sustanciales que están configurando un escenario en extremo convulsionado y caracterizado por altos niveles de conflictividad, tensión, violencia, amenazas creíbles y una escalada en la beligerancia de la protesta dentro y fuera de las instituciones.
El fracaso de la política.
@GomezZalce
