Los laguneros aprovecharon que las autoridades autorizaron la entrada a los panteones, claro, con las medidas de seguridad establecidas, por lo que acudieron desde el fin de semana a los mismos y visitar a quienes ya partieron.
Desde el pasado sábado se empezó a ver a los laguneros acudir a los camposantos, muchos llevaban sus escobas, cubetas y flores, para darle una “manita de gato” a las tumbas.
Afuera de los cementerios se observaban a los comerciantes, quienes como si fuera una verbena popular ofrecían sus productos, además, el colorido que daban las flores de cempasúchil, tanto amarillas como moradas, sin olvidar las tradicionales cañas era de admirarse.
Las tradicionales gorditas no podían faltar, fueron las que hicieron que los asistentes y muchos de los mismos comerciantes las consumieran.
A las entradas a los panteones, la vigilancia era con lupa, había gel antibacterial, pistolas para tomar la temperatura, al agua que se introducía le colocaban abate o cloro, para evitar la proliferación de mosquitos.
Fue una hora la que permitieron las autoridades a los visitantes, quienes en ese tiempo tenían que arreglar las tumbas, colocar las flores y algunos disfrutar de los alimentos junto a difuntos.
En toda la región lagunera hubo vigilancia especial, a las afueras de los camposantos se veían a los agentes de vialidad dar fluidez al tráfico, mientras que los elementos de Seguridad Pública vigilaban para que no se presentaran problemas.
Cabe destacar que los paramédicos de la Cruz Roja también hicieron acto de presencia, ya que saben que los accidentes en los cementerios se pueden presentar en cualquier momento.
Fue un buen fin de semana, los laguneros lo aprovecharon y es que lo mismo en San Pedro, Viesca, Madero, Matamoros, Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, los asistentes respetaron las medidas sanitarias establecidas, ya que iban con sus cubre bocas, buscando evitar en todo momento los contagios por covid-19.
Hoy es el día más fuerte, por lo que es cuando se espera mayor movimiento en los panteones y se confía en que las familias guardando los protocolos, recuerden a sus seres queridos que ya partieron.
