Pasó lo que se veía venir, el divisionismo al interior de Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, se hizo presente en las elecciones a gobernador y presidentes municipales, por lo que las derrotas anunciadas llegaron y ahora hay que buscar quién fue el culpable de la debacle.
Marina Vitela por un momento se sintió segura, se mostraba confiada en que lograría un buen resultado, además pensaba que la marca Morena y lo que ella hiciera durante la campaña la llevarían a conquistar una victoria apretada sobre Esteban Villegas, de la alianza Va Por Durango.
Eso no sucedió y lo más triste es que conforme fueron pasando las horas, en el conteo que realizó el Instituto Estatal y de Participación ciudadana la ventaja del virtual ganador se acrecentaba y la tendencia era irreversible, ya que al final fueron más de 90 mil los votos que marcaron la diferencia.
Ahora sí que a Morena no le quedó ninguna oportunidad de impugnar el resultado, fue aplastante la victoria de su candidato a la gubernatura, mientras que las principales presidencias municipales de la entidad, Lerdo, Durango capital y Gómez Palacio, también las ganó la alianza Va Por Durango.
Betzabé Martínez, la abanderada de la coalición Juntos Hacemos Historia luchó hasta el final, ya que ella estaba segura de que ganaría, pero algo sucedió, algo salió mal y se llevó también una aplastante derrota a manos de la priísta Leticia Herrera, quien por cierto gobernará el municipio por tercera ocasión.
En Lerdo, el candidato del tricolor la sufrió, pero al final venció a la morenista Teresa González, mientras que en Durango capital Antonio Ochoa se llevó la victoria ante el morenista Alejandro González, con una ventaja de 38 mil sufragios.
Ahora empieza una nueva etapa, los virtuales ganadores esperaran a que les entreguen sus constancias, mientras que los perdedores a analizar qué fue lo que sucedió.
Pero algo hay seguro, que la marca Morena en Durango no pegó y a lo mejor mucho tuvieron que ver dos personajes del mismo partido, el ex alcalde Ramón Enríquez y el ex síndico Omar Castañeda.
Algo que llamó la atención es que muchos morenistas como el mismo Otniel García y demás plana mayor siempre estuvieron con Marina Vitela y el domingo tras el cierre del proceso electoral, la dejaron sola, al ver que la derrota era más que inminente.
Así es la política, cuando se gana viva el rey y cuando se pierde, ha muerto el rey.
