No se entiende que después de las amenazas que profiriera el senador con licencia Félix Salgado Macedonio, quien busca contender por la gubernatura de Guerrero, todavía siga en libertad.
En dónde están las autoridades federales, las cuales saben que es un delito el que se amenace de la forma en que el guerrerense lo hizo en contra de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, a tal grado que al templete en el que estuvo afuera de este organismo, subió un ataúd, pero no se conformó y fue más allá, al decir que iba a revelar las direcciones de donde viven, lo cual realmente es penoso y que este político siga tan campante, esperando todavía una resolución final para que le devuelvan la candidatura.
La decisión del INE realmente fue una prueba democrática, pero además, los consejeros que votaron para que Salgado Macedonio perdiera su registro sentaron un precedente, sin olvidar que se pusieron con Sansón a las patadas, ya que de todos es conocido el apoyo que el mismo Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, le ha dado al guerrerense.
Sabe el mismo Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del INE, que sus decisiones tendrán consecuencias, ya que por un lado vendrán las manifestaciones de la gente de Morena encabezada por el mismo Mario Delgado, dirigente nacional del partido y por el otro, los ataques directos del mismo Mandatario de la Nación, quien afirmó que es un atentado contra la democracia, la ratificación del INE de cancelar el registro como candidato a gobernador de Félix Salgado, en Guerrero, así como la de Raúl Morón, en Michoacán.
No cabe duda que sabiendo cómo se las gasta el Presidente de México, habrá de querer desaparecer al Instituto Nacional Electoral, pero no solamente eso, también seguirá con sus "consultas patitos" para que sea el pueblo el que decida.
En México no puede estar sucediendo esto, ya que mientras que algunos ciudadanos comunes y corrientes son castigados por cualquier cosa, al señor Salgado Macedonio, quien trae todo el apoyo del Ejecutivo de la Nación, no se le puede tocar ni con el pétalo de una rosa, por lo que puede seguir haciendo y diciendo lo que quiera.
Así se vive la democracia en México.