El reciente ataque en una sala de conciertos en Rusia, donde hasta el momento han fallecido más de 133 personas, vuelve a poner sobre la mesa el debate de una diversidad de temas, que, aunque en apariencia parecieran independientes uno del otro, realmente están interconectados a través de un mismo eje: la seguridad de los ciudadanos en un mundo que ya no es imaginable si no es a través de la globalización.
Es terrible imaginarse lo que se vivió en el Auditorio Crocus City Hall el viernes a las 8:00 pm, cuando la banda de rock “Picnic” estaba a punto de iniciar a tocar frente a poco más de 6,000 personas. En ese momento irrumpieron entre el público cuatro individuos armados, vestidos con ropa camuflada y rifles de asalto de alto poder, con los cuáles atacarían indiscrimidamente a la población para posteriormente prender fuego en el lugar.
La tragedia marca una pauta nuevamente sobre la necesidad que tienen nuestros tomadores de decisiones de no caer en las tendencias radicales, de aperturarse a las formas de pensar y lidiar con los problemas en otros espacios, y buscar siempre la cooperación, coordinación y coherencia para fundirlas hacia un mismo fin, el de tener espacios y comunidades caracterizadas por la paz y tranquilidad, por la tolerancia.
La tarea no es sencilla si partimos de lo anterior, pero le sumamos el importante valor añadido de la inteligencia en todas sus facetas. Hace un par de semanas criticaba fuertemente la intromisión actual de los gobiernos hacia sus ciudadanos a partir de la revisión sistemática y permanente de la cotidianeidad, adentrándonos en un mundo casi distópico respecto al control que se ejerce a través de la inteligencia, sin embargo, hay que partir desde el otro ángulo intentando encontrar un equilibrio entre el respeto a los derechos ciudadanos, y la búsqueda por evitar tragedias como la rusa.
Nuestro papel es justo el anterior, exigir un equilibrado control gubernamental, de la mano de la apertura y tolerancia en búsqueda de tranquilidad, de una cultura de paz. Nos leemos la siguiente semana y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar desde espacios más informados que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.