Puede propiciar democracia real.
Por supuesto que me estoy refiriendo a la elección futura del país, que tendrá lugar el año que entra y en la cual habrá elección presidencial, de gubernaturas, municipios, diputados y toda la parafernalia política de nuestra patria. Yo espero que se recuerde esta frase: que la patria es primero, dentro del proceso electoral.
En la siguiente elección, dados los donativos financieros a los jóvenes, a los viejos y a todo lo que huela a popular, está pronosticado que la gane Morena, o sea, una de las llamadas corcholatas, entre las cuales solamente Ebrard y Monreal tienen algo de sentido común en sus comentarios y discursos. El resto es incondicional del Presidente en turno y no tienen, hasta la fecha, ideas propias.
Si las cosas siguen como van, Morena va a arrasar, y más aún si se observa frialdad en las fuerzas políticas del país, para consolidar la unidad de todos los partidos políticos y todos los intereses que hay en nuestra nación, que disienten del régimen actual.
Sin embargo, pudiera haber alguna oportunidad de alternancia, que es el secreto de la democracia, pues con el poder en las mismas manos, solo se conduce al poder unilateral y no hay discusión alterna ni diferencias que conduzcan, desde el punto de vista ecléctico, a una verdad más estable y a un sentido de patria, con intereses fundamentales por la nación y no por el poder.
Esto, porque ayer leí que Dante Delgado, que es un personaje muy inteligente y conocedor de la política nacional, señaló que él no iba a ir con nadie y sugirió algunos nombres en forma sutil y la verdad es que no dijo si iba a tener candidato o no, solo señaló que su grupo tiene gentes muy valiosas, lo cual es cierto.
Pero no se inclinó por unidad de criterios y capacidad de trabajar con otros partidos y en candidatos también de unidad, que contrarresten la fuerza que ha tenido la política social, dicho esto en términos, de donativos, que ha seguido el régimen actual y la gran capacidad de comunicación que tiene AMLO, a quien le gusta mucho la confrontación, porque eso le permite siempre estar en el tablero del conocimiento.
Además, no hay en este país adulto que no conozca a su Presidente, mientras que los posibles candidatos no son bien conocidos o son desconocidos para la mayoría de la población y esto influye sobre los resultados, pues si no te conocen, primero tienen que saber quién eres y luego disentir de la mayoría, que ya está en el poder, el que se ejerce sin escrúpulos de conciencia nacional, sin pensar en que la nación es primero y después es el partido político.
Con sus respuestas, Dante solo sugirió que él no iba a ir con ningún otro grupo y que tenía bastante gente valiosa para pensar en alguna alianza, con lo que deja en el aire cualquier fórmula de uniformidad de criterios.
Todo lo aquí descrito no son más que breves comentarios que señalan que sin uniformidad y alianzas partidistas o grupales, no habrá posibilidad de tener la alternancia que tuvimos y que fue muy bien vigilada por el INE, que esperamos sobreviva a las andanadas de la política del poder, puesto que la supervisión de las elecciones estorba mucho a quien tiene la mayoría popular de carácter superficial y efímera.
Descartes: Pienso, luego existo… Yo sí creo en la democracia, aunque a veces, como decía Churchill, no es la mejor fórmula; es la menos mala porque permite la dialéctica hegeliana y el eclecticismo, en el mundo social, para beneficio de la nación y no de una persona o grupo político.
