La ciencia lo ha demostrado.
Hace más de diez años publicamos en la revista Conocimiento los resultados de la reunión de biotecnología en el tema agroalimentario, que se llevó a cabo en los programas de los congresos de biotecnología. Esta revista, que puede consultarse en internet, es una síntesis patente de expertos internacionales que fueron invitados, incluyendo productores como Monsanto (que ahora es Bayer), a discutir el tema. En el auditorio Raúl Rangel Frías, en la UANL, durante todo el día se discutió el tema agroalimentario y en particular la transgenicidad.
Había representantes de la ONU y personajes que sí sabían de lo que estaba hablando y científicamente se documentó que no había información suficiente para decir que la transgenicidad alimentaria producía daño y que los reclamos de los organismos ambientales no tenían ciencia que los respaldara.
Igual que no hay ciencia en el decreto de AMLO, cuando en EUA ya están clamando porque se haga un juicio dentro del T-MEC para demostrar que México está equivocado y que no hay ningún estudio científico que documente que hay transgenicidad patológica o que el grifosato, que es el más usado para fomentar la producción, sea maligno, lo que en México se prohíbe, con el consiguiente daño a los agricultores, porque 50% del maíz transgénico es lo que comemos y que seguiremos comiendo, porque no tenemos autosuficiencia en maíz .
Tengo temor de que haya un juicio en el T-MEC, porque México va a perder miles de millones de pesos por una decisión alejada de la ciencia y como ese tema científico no se considera prioritario en este Gobierno, un investigador le pidió a la directora de Conacyt que definiera qué es la ciencia neoliberal, porque la ciencia no tiene partido político, es simplemente la reproducibilidad de un fenómeno teórico y práctico que ha producido el avance tecnológico y el progreso.
Ojalá ya respetemos a la ciencia, a la que dedicamos menos del 0.4% del PIB, cuando otros países le dedican hasta el 4% y son aquellos que tienen el mayor índice de progreso.
Descartes: Pienso, luego existo… Sin ciencia la política es una mitología, porque no tiene bases para sostener los dichos y se basa en las hormonas; y Dios nos puso el cerebro en la cabeza y las hormonas en otra parte.
Luis Eugenio Todd