Impartir justicia en los diamantes es mi pasión. Saber que lo que hago y que mi presencia en el terreno de juego puede provocar a más mujeres a que se animen a ser umpire, me llena de orgullo.
Y esto me remite al día en el que yo me animé. El momento exacto que cambió mi vida deportiva, el que hizo la diferencia y hoy me ubica como la segunda mujer umpire en la Liga Mexica de Beisbol.
Fue tan complicado y duro que a veces me sorprendo de lo que hice: dejé a mi familia para perseguir el sueño del beisbol. Salí de Estación Naranjo, Sinaloa, donde vivo con mi familia.
Un día, Jesús Mendoza, mi compañero umpire y a quien conozco desde que empecé a jugar softbol en Los Mochis, Sinaloa, me dijo que sería buena idea irme a probar a la Academia.
En ese momento. No me veía como umpire; he jugado softbol desde niña, sé que tenía el conocimiento y la práctica, pero no había pasado por mi cabeza. Sin embargo, después de haberlo pensado y platicado con mi familia, la idea fue creciendo tanto, que se me hizo irresistible, aunque no tenía idea de cómo ser umpire, me vi impartiendo justicia, observando cada detalle y decidiendo si las jugadas se apegaban a las reglas del beisbol. Se volvió un sueño a perseguir.
¡Y se hizo realidad!
Estoy infinitamente agradecida con mis padres, mis hermanos, quienes además de apoyarme en todo momento, hoy me ayudan a cuidar a Nohelly, mi hija de seis años de quien estoy orgullosa y a pesar de la distancia por el trabajo, soy feliz de ser su mamá.
Después de un proceso de preparación, llegué a la Academia de la Liga Mexicana de Beisbol en El Carmen, Nuevo León, y he de confesar que estar rodeada de hombres, aproximadamente cincuenta, y ser la única mujer, al principio me resultó extraño. Pero jamás me trataron diferente, incluso a la hora del acondicionamiento físico siempre lo he hecho a la par de ellos, como un umpire más que se prepara día con día para dar lo mejor en un juego.
Cuando miro hacia atrás y veo como ha sido mi historia, mi paso por la Liga Invernal Mexicana, la Liga Noroeste de México y la Liga Tabasqueña, me doy cuenta de que todo el esfuerzo ha valido la pena. Este año cuando me dieron la noticia de mi debut como umpire para la temporada 2023 y vivir mi primer partido no lo voy a olvidar jamás. Es de esos momentos que atesoras y que solo yo, y como todos lo que logran sus metas, sabemos lo que significa.
“Me gusta hacer valer las reglas del beisbol, me gusta lo que hago, me gusta ser mujer, amiga, hija, madre y, sobre todo, me gusta el beisbol. Ésta soy yo: la ‘Señorita Justicia”
