La pandemia que afecta al país y nuestro estado ha representado grandes retos y desafíos para toda la población en materia económica, sanitaria, social y de seguridad.
Si bien los efectos de la crisis traerán resultados negativos para toda la población, en los últimos días hemos visto con preocupación que el llamado a quedarnos en casa lamentablemente ha traído consigo un aumento de casos de violencia de género contra las mujeres y niñas.
ONU Mujeres reporta que existe evidencia suficiente para afirmar que la violencia de género en todo el mundo ha aumentado debido al confinamiento, pues hay condiciones para ejercer un comportamiento controlador y violento en el hogar. Sentimientos como el miedo, la ansiedad, la tensión económica y el confinamiento en las casas pueden llegar a ser los detonantes.
En febrero de 2020, por ejemplo, durante la cuarentena impuesta en la provincia china de Hubei, se triplicó el número de informes sobre violencia doméstica.
En Argentina, Chile y Colombia este tipo de llamadas han aumentado en 67%, 70% y 130%, respectivamente; mientras que los casos de violencia doméstica durante el confinamiento en Brasil y Reino Unido también han aumentado, en 40% y 25% cada uno.
México, lamentablemente, no es la excepción. La Secretaría de Gobernación afirma, según fuentes de información como el servicio 911 y el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, que existe un incremento de 120% en las llamadas de auxilio respecto del registro del mes pasado.
Estos datos muestran el grave problema que se está complicando como efecto colateral de las medidas de aislamiento social establecidas para frenar la pandemia. Adicionalmente, esta situación también deja un vacío que resulta preocupante: ¿qué pasa con aquellas mujeres víctimas de violencia que no tienen la oportunidad de llamar, ya sea por falta de acceso a redes de comunicación o por la opresión generada por los agresores?
Resulta indispensable entonces actuar en consecuencia, de manera que existan menos incentivos por parte de los agresores para seguir cometiendo el delito de violencia familiar en el país, de manera específica, en el estado de Hidalgo.
Es así que se encuentra en trámite una iniciativa que presenté en el Congreso del Estado con dos objetivos precisos: fortalecer las medidas de prevención, atención y erradicación de la violencia familiar, así como duplicar las penas previstas a quienes comentan este delito durante la emergencia.
Por un lado se encuentra el fortalecimiento de las medidas preventivas a la violencia familiar mediante la reversión de patrones culturales, creencias y actitudes machistas que ponen en riesgo a ciertas poblaciones, con la implementación de procedimientos, estrategias y servicios que ayuden a construir distintas ideas que nos definen como hombres, erradicando aquellas que generan daño y nos llevan a afectar a las y los demás.
Pero también propongo medidas punitivas en caso de cometer delitos contra las mujeres en época de emergencias sanitarias.
Estoy convencido que el apoyo a mujeres y niñas tiene que estar presente en todos los ámbitos de su entorno. La igualdad empieza en casa, y es ahí un lugar que debe ser seguro para todas y todos los miembros de una familia.
Twitter: @jmvalerapiedras