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El giro mundial hacia la ultraderecha

En contraste con lo que ocurrió en México en las pasadas elecciones, algunas regiones estratégicas del mundo se están desplazando hacia la extrema derecha. Las características de estos movimientos varían según el país, pero comparten dos elementos centrales: un repudio por los inmigrantes y un creciente proteccionismo. Pese a que nuestro país no forma parte de la ola derechista, no estamos inmunes a su influencia. 

Dentro de América del Sur, El Salvador y Argentina se han volcado a la ultraderecha. En Europa, esta ideología ha ganado terreno con populares figuras como Giorgia Meloni en Italia y Marine Le Pen en Francia. En las recientes elecciones al Parlamento Europeo, los partidos de la extrema derecha tuvieron un desempeño sobresaliente, cimbrando al statu quo del continente. Incluso en Estados Unidos, la probabilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca es alta. 

Uno de los principales detonantes del viraje hacia la ultraderecha es el desencanto de la población de varios países, en particular de los más ricos, con la globalización. Es indiscutible que el impacto neto del mayor intercambio comercial que suscitó este proceso ha sido positivo, pero ha habido perdedores. Y aunque la balanza se inclina fuertemente del lado de los ganadores (cientos de millones de personas en el mundo han salido de la pobreza en las últimas décadas gracias a la globalización), quienes no han participado de los beneficios se han vuelto cada vez más vocales en sus críticas.

Otro detonante son los crecientes flujos migratorios. La cantidad de ciudadanos de países ricos que resiente la presencia de inmigrantes indocumentados está aumentando. La razón es que, según su percepción, les quitan trabajos, disparan el crimen y erosionan su identidad nacional. La mayor indignación ha alimentado el nacionalismo y, en consecuencia, el populismo de derecha. 

¿Qué tiene que ver todo esto con México? Al final de cuentas, la votación del 2 de junio afianzó el predominio de la izquierda por lo menos seis años más. El problema es que somos un país altamente dependiente del comercio (el cual representa cerca de 80% del PIB anual) y de los migrantes (quienes nos aportaron más de 60 mil millones de dólares al año pasado en remesas), por lo que cualquier ajuste en estos frentes nos afecta severamente. 

Trump ha manifestado su intención de gravar todas las importaciones, incluidas las de México, con un arancel de 10% y de deportar a todos los inmigrantes indocumentados que viven en EU, de los cuales cerca de la mitad son mexicanos. Aunque sabemos que Trump no siempre cumple sus amenazas, el peligro es latente. 

Veremos qué pasa en los próximos meses y años. Es posible que el movimiento de ultraderecha pierda fuerza. Lo dudo. Los sentimientos de agravio de algunos segmentos de la población en países ricos son profundos, por lo que más nos vale prepararnos para lidiar con las fuerzas de la extrema derecha en los años venideros.

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Julio Serrano Espinosa
  • Julio Serrano Espinosa
  • [email protected]
  • Presidente del Centro de Estudios Espinosa Yglesias
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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