Circula un fragmento del programa que hacen los moneros para el 22 y Tv UNAM que le ha valido a su protagonista, El Fisgón, una buena cantidad de descalificaciones. El fragmento es congruente con su trayectoria, porque —cierto que con una apuesta no tan habitual, fallida, por el humor—intenta transmitir ideas muy simples de maneras muy simples, con esa vocación pedagógica tan suya. Dice El Fisgón que hay dos Méxicos totalmente desconectados. Uno cree que vamos a un “agujero negro”, es decir, que la administración obradorista nos conduce a la ruina y nos tiene en un baño de sangre; es el de las fake news. El otro es el que piensa que “lentamente vamos saliendo de un agujero negro”, el que prefiere apostarle a “la esperanza” y en el que “la verdad pesa” (sic); el que sabe que “la economía es estable” (sic, sic), que se lucha contra la corrupción (resic) y contra los fraudes electorales (saludos desde BC). Pueblo bueno vs fifís; yin bueno, yang malo. Lo de siempre.
Lo de El Fisgón no solo tiene congruencia con su trayectoria. La tiene también con otras de las nuevas apuestas de la tv pública, caso de John y Sabina (una muestra más de que el humor no brilla mucho en la 4TV), apuestas todas que, hay que decirlo, no han cancelado las voces disidentes (yo mismo he hablado con libertad en el Once y el 22 ). También es congruente con las aberraciones de Notimex, o con espectáculos como los de los no periodistas a modo acreditados en las mañaneras.
¿Sirven de algo estos pulsos propagandísticos? No, si se trata de convencer a los remisos: nadie va a darse cuenta de que la opción buena era AMLO gracias a la furia de Notimex o la condescendencia de El Fisgón. Pero empieza a difundirse una teoría peligrosa, la del “golpe blando”, un modo de estigmatizar a la crítica, de condenar a las manifestaciones ciudadanas, de descalificar a la oposición vía el complotismo. De pronto, predicarle a los conversos, reforzar el mensaje de división, cobra otro sentido. Uno peligroso.
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“No hay creación intelectual, esfuerzo científico o trabajo periodístico al margen de la epopeya en curso”, dice Silva-Herzog en “Lealtades perversas”, su artículo de la semana. Así de claro.
@juliopatan09