Pues sí: es un peliculón. A sus 77 años, activo desde los 70, con media centena de películas en la hoja de servicios, Martin Scorsese vuelve a sus temas de siempre y con varios de sus actores de siempre, pero no vuelve como siempre, o no del todo. El irlandés, sí, es una película de mafiosos, cuestionada por razones extrañas: reconstruye una teoría sobre la muerte de Jimmy Hoffa, el líder sindical gringo, que ni el FBI ni la mayor parte de los estudiosos serios del tema dan por buena. Robert DeNiro, espléndido el protagónico, encarna a Frankie Sheeran, un gatillero de origen irlandés que, en efecto, aseguró haber matado a Hoffa (nada menos que Al Pacino) de dos tiros en la cabeza. ¿Es creíble? No, según todos los indicios. Poco importa. Con esa premisa, Scorsese crea un retrato de época impecable, una historia de amistades y traiciones y una semblanza aguda del gangsterismo sindical.
Son temas muy scorsesianos, sin duda: recordemos Good Fellas, para empezar. Más aun, la película puede verse como un destilado de su trayectoria entera, por el elenco para empezar, según decíamos: a DeNiro se suman el igualmente notable Joe Pesci y el intimidante Harvey Keitel, en un papel menor. Pero hay novedades, prueba de la vitalidad única de Scorsese. La más llamativa es esa mirada profundamente melancólica de la soledad y la degradación física propias de la vejez, uno de los ejes de la historia y un asunto no inédito en su trayectoria, pero nunca atendido con este detenimiento y sobre todo con esta tristeza resignada e implacable. También hay sorpresas en lo que se refiere al elenco: además de Pacino (sí, se hizo el milagro de que DeNiro y él aceptaran trabajar juntos), aparecen el sorprendente Ray Romano (seguramente lo recuerdan por el humor blanquérrimo de Everybody Loves Raymond), Ana Paquin, que dice todo con la mirada, y Stephen Graham, en su papel eterno de mafioso sádico y estridente.
Cine crepuscular de alta escuela, sin duda. Merece todos los aplausos.
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El irlandés puede verse en Netflix, aunque es buena idea hacerle caso a Scorsese, no echársela en la pantalla del celular y lanzarse a una sala de cine: sigue en circulación fuera de los circuitos comerciales.
@juliopatan09